La nueva entidad resultante de la fusión por absorción de CaixaBank y Bankia ocupará el primer puesto del ranking bancario español, con más de 20 millones de clientes, más de 664.000 millones de euros en activos, una capitalización bursátil superior a 16.000 millones, una cuota en créditos del 25% y del 24% en depósitos.
El nuevo banco, que operará bajo la marca CaixaBank, goza de salida de una capilaridad geográfica “diversificada y equilibrada’, con la red de oficinas “más extensa y especializada del sector” distribuida en más de 2.200 municipios.
Según expresaron en una primera comparecencia su presidente, Jose Ignacio Goirigolzarri, y su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, el grupo resultante prevé unos ahorros recurrentes de costes de 770 millones anuales a partir de 2023 y generar progresivas sinergias de ingresos de 290 millones anuales en cinco años.

Igualmente, ambos directivos estimaron que el beneficio por acción para los accionistas de Bankia se incrementará un 69% sobre las estimaciones para 2022 y un 28% para los de CaixaBank, cumpliendo con el objetivo de aportar valor a los clientes, mejorar la rentabilidad para los accionistas y seguir apoyando la recuperación económica de España.
“Con esta operación conformamos la primera franquicia española en un momento en el que es más necesario que nunca crear entidades con tamaño crítico, contribuyendo así a apoyar las necesidades de familias y empresas, y a reforzar la solidez del sistema financiero”, señaló Goirigolzarri.