GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2022 "La encrucijada"

Gorka Espiau, director de Agirre Lehendakaria Center

Gorka Espiau, director de Agirre Lehendakaria Center

El año 2022 ha confirmado grandes oportunidades para la sociedad vasca en el escenario global y también nos alerta sobre importantes riesgos estratégicos que amenazan nuestro modelo de desarrollo humano. 
En el campo de las oportunidades, debemos destacar el interés que sigue despertando “el modelo vasco”. No es una casualidad que Naciones Unidas haya decidido situar en Bilbao su nueva agencia para la localización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Local 2030), o que el gobierno de Indonesia haya decidido trabajar con Agirre Lehendakaria Center en 150 localidades de su país para rediseñar sus estrategias de desarrollo local tomando como referencia nuestra experiencia de transición socio-económica. 
Traigo a colación este ejemplo porque Indonesia es el cuarto país más populoso del mundo con 276 millones de habitantes, la sexta economía emergente a nivel global y es el estado musulmán más grande del mundo. Aunque en la actualidad no se encuentre en la lista de prioridades estratégicas de nuestras empresas e instituciones, Indonesia es un actor fundamental en la transformación de la industria del automóvil gracias a sus reservas de níquel y a la manera en la que están obligando a los inversores internacionales a instalarse en su país canalizando hasta el momento más de 20 billones de dólares para proyectos locales.
Estos ejemplos nos confirman la oportunidad de posicionar al pueblo vasco como referencia internacional para procesos de transición socio-ecológica hacia modelos de desarrollo humano más sostenible. Ven en Euskadi una sociedad que ha sabido transformarse equilibradamente, conjugando desarrollo social y económico sin las tasas de desigualdad que amenazan los modelos de competitividad más avanzados. Les interesa especialmente la forma en la que la Diputación de Gipuzkoa está construyendo una nueva infraestructura de gobernanza colaborativa a través de Etorkizuna Eraikiz como palanca para convertirse el territorio con menor desigualdad en Europa y la manera en la que las estrategias de localización de la agenda 2030 se interpretan a nivel comarcal como está haciendo Debagoiena 2030.
Gracias a este posicionamiento, las instituciones, empresas y organizaciones sociales vascas pueden desarrollar iniciativas de gran valor añadido en colaboración con los agentes que están construyendo la nueva agenda global. En otros campos de la innovación se nos considera buenos alumnos o “followers”, pero en éste tenemos la posibilidad de co-liderar y, muchas veces, no somos plenamente conscientes de la oportunidad que representa.
Por el contrario, en 2022 hemos podido confirmar también nuevas grietas en el modelo vasco. El 25 aniversario del Museo Guggenheim Bilbao no ha venido acompañado de una seria autocrítica sobre cambios de fondo que se están produciendo en la actualidad. El incremento de la pobreza en los sectores más vulnerables no puede ocultar los indicadores globales de crecimiento, la necesaria transición energética se plantea de forma incremental cuando todos los análisis científicos demuestran que no hay salida sin planteamientos mucho más disruptivos que la industria vasca no está considerando.  En el campo cultural, no sabemos cómo gestionar el hecho de que la alfabetización en euskera no viene acompañada de su uso social.
En este contexto, 2023 se presenta como una gran encrucijada. Podrá ser el año en el que aprovechamos el reconocimiento internacional para sentar las bases de la nueva transformación de la sociedad vasca o centraremos los esfuerzos en mantener un modelo que presenta claros signos de agotamiento.

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