Las condiciones climatológicas han marcado, por segundo año consecutivo, la vendimia de txakoli. La DOP peor parada ha sido Arabako Txakolina, que retrocede a niveles de 2017 con un descenso del 52,5% de uva vendimiada.

Más allá de las 13.000 hectáreas de viñedos amparados bajo la Denominación de Origen Calificado (DOC) de la Rioja Alavesa que hay en suelo vasco, Euskadi también cuenta con aproximadamente otro millar de hectáreas dedicadas a la producción de uva, principalmente de las variedades hondarrabi zuri y hondarrabi beltza, para la elaboración de txakoli. 

Los productores de este vino autóctono, cada vez más apreciada en los mercados exteriores, han rematado una vendimia 2023 condicionada por una climatología muy irregular, que obligó a adelantar en algunas zonas, caso de Álava, los trabajos de recolección de la uva. A la espera de los datos oficiales de las diferentes denominaciones (DOP), el balance se puede resumir en una menor cantidad pero una buena calidad.

Bizkaiko Txakolina  Tras un inicio de año histórico, se presuponía una añada trascendental en Bizkaiko Txakolina con muchos racimos pero el envero (ciclo de maduración de la uva) resultó muy complicado con la aparición de bastantes hongos. “Si pensáramos en una descripción que explicase el clima y el desarrollo vegetativo de nuestras viñas este año, podría definirse como un año de matices y contrastes con una primavera que parecía verano y un verano que parecía primavera”, señalan los responsables del área técnica de la DO.

Getariako Txakolina  La cosecha de txakoli en Gipuzkoa, la 34ª que se comercializa con el sello de Getariako Txakolina, apunta a una caída de litros producidos pero de una gran. calidad. Un txakoli que, como el de sus denominaciones ‘hermanas’, traspasa fronteras, destacando en el caso del guipuzcoano su gran éxito en Japón. Hasta el punto de que este año se ha celebrado un particular Txakoli Eguna en la ciudad nipona de Marugame con la que Donostia-San Sebastián está hermanada. La capital guipuzcoana fue escenario también, un año más, del Txakolin Topaketa en el Boulevar.

Txakoli de Álava  Las previsiones de vendimia de txakoli en Álava ya vaticinaban un claro descenso de producción que llevaron a adelantar cerca de 20 días la recogida de uva, en un intento de salvaguardar su calidad y, aunque este objetivo parece haberse logrado en cuanto a kilos, el resultado no ha podido ser peor, pues habla de una caída productiva del 52,5%; es decir, se han recogido 455.600 kilogramos de uva menos que la campaña récord de 2022, cuando entraron a bodega un total de 750.000 kilos. “Son pocos kilogramos, pero la calidad de lo recogido ha sido muy buena”, destaca como dato positivo José Antonio Merino, secretario-gerente de la DOP Arabako Txakolina.

{ Promoción

Las bodegas de las tres DOP han vuelto a volcarse en las actividades relacionadas con el enoturismo.

Las tres DOP están incluidas de manera activa en las campañas de promoción de productos Basque Wine, que engloban, además, el vino de Rioja Alavesa, la sidra Euskal Sagardoa o la cerveza artesana Basque Beer. No falta el apoyo de otras entidades. La agrupación empresarial de comercio, hostelería y empresas de servicios BilbaoCentro, en colaboración con Hazi y el Gobierno vasco, ha puesto en marcha la campaña ‘Gure lurreko edariak. Bebidas de Euskadi’ para promocionar las bebidas amparadas bajo la marca Basque Wine.

El enoturismo está también ayudando a las txakolineras a mejorar su rentabilidad. En el caso de la vizcaína Itsasmendi, tras celebrar el regreso de las visitas en 2022, ha afrontado “con garantías” una actividad enoturística “360º innovadora”, donde convivan naturaleza, paisaje, historia, cultura y, por supuesto el txakoli, como el eje conductor”.