Europa establece el derecho a reparar para alargar la vida de los productos
- Estrategia Empresarial
- 21-Octubre-2024
Un operario trabaja en la reparación de un aparato electrónico. Foto: Freepik
Con 584 votos a favor, tres en contra y 14 abstenciones, el Parlamento Europeo aprobó una directiva comunitaria para reforzar el derecho a reparar de los consumidores. Las medidas aclaran las obligaciones de los fabricantes de arreglar los bienes y anima a los consumidores a prolongar el ciclo de vida de los productos mediante la reparación. Esta medida pretende reducir los residuos y reforzar el sector de la reparación, para lo que se facilitará el arreglo de bienes a un precio más asequible.
El de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), que son aquellos elementos utilizados diariamente, como cepillos de dientes eléctricos, secadores de pelo, tabletas, lavadoras, teléfonos, frigoríficos o planchas, no es una cuestión baladí. Solo en Euskadi, y al concluir su vida útil, un total de 17.000 toneladas de residuos de la denominada basura electrónica, fueron gestionadas en la CAV. Es por ello que Bruselas se ha puesto manos a la obra para tratar de alargar la vida útil de estos aparatos y, de esta forma, impulsar la economía circular.
La legislación acordada hace que para los consumidores sea más fácil tratar de reparar un producto que sustituirlo, al aumentar la facilidad, rapidez y transparencia del acceso a los servicios de reparación, así como su atractivo. Pero no solo eso. Establece la obligación para los fabricantes de reparar los bienes sujetos a los requisitos de reparabilidad, generar un formulario europeo de información que proporciona a los consumidores datos clave sobre el servicio de reparación y unificar las plataformas nacionales de información sobre reparaciones en un sistema europeo en línea.
Uso de los recursos
La Comisión Europea aseguró que la medida es “un derecho a la reparación efectiva y debe abordar todo el ciclo de vida de un producto y tener en cuenta factores como el diseño, la producción ética, la estandarización y la información al consumidor, incluyendo el etiquetado sobre la reparabilidad y la contratación pública. Debe promover un uso más eficiente de los recursos, reducir los residuos y fomentar un uso prolongado de los productos”.