GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2022 "Innovación para traspasar el presente"
Manuel Salaverria, presidente de la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque
- Manuel Salaverría
- 21-Diciembre-2022
Manuel Salaverria, presidente de la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque
Las páginas de esta guía son una muestra del potencial de la innovación de alto impacto en todos los sectores económicos y su desarrollo ya palpable en Euskadi. Vivimos en un momento en el que disrupciones como la computación cuántica, la nanotecnología, los nuevos materiales, la inteligencia artificial o los nuevos alimentos, amén de las todas tecnologías vinculadas a la digitalización, están traspasando nuestro presente para revolucionar nuestro futuro más inmediato.
Lo están haciendo con dos consecuencias muy visibles. La primera es que su evolución ya permite crear verdaderas oportunidades de generar valor. En los casos ya citados y muchos otros, la innovación disruptiva ya no es teórica sino que empieza a tener un claro aprovechamiento en el desarrollo de nuevos servicios y productos e incluso mercados. La segunda es la aportación que la tecnología está suponiendo a la innovación incremental, que, además, resulta acelerada con respecto a la que hemos podido tener en otros momentos de cambio tecnológico.
Todas estas tecnologías son ya nicho para nuestras empresas más punteras (algunas de ellas, pymes) y centros tecnológicos y, por tanto, son una oportunidad que Euskadi está sabiendo aprovechar. En nuestra comunidad hay negocios que, por ejemplo, elaboran carne sintética, producen grafeno, cámaras de alta precisión en satélites o desarrollan biosensores. Algunos son incluso ‘campeones ocultos’, firmas que lideran internacionalmente un mercado sin que su nombre trascienda más allá de ese mercado.
Sin embargo, estos casos de éxito y los que seguro pronto llegarán no pueden llevarnos a la complacencia. En primer lugar porque la innovación disruptiva no es un hecho aislado; necesita un ecosistema en el que interactúan agentes muy diversos. Desde emprendedores a administraciones y fondos de inversión pasando por universidades, centros de investigación, aceleradoras e incluso personas con conocimiento, prestigio y presencia en determinados ámbitos en los que sus opiniones pueden influir. Es decir, la relación entre la capacidad para desarrollar estas innovaciones y el nivel innovador del entorno (la presencia y nivel de desarrollo de estos agentes) en que una empresa desarrolla su actividad es vital. Y en este punto tenemos que reconocer que la competencia territorial es enorme y, lamentablemente, la posición de Europa como referente innovador y polo de atracción lleva años deteriorándose y cediendo posiciones con respecto a Estados Unidos, China e incluso algunos países emergentes.
Revertir esta tendencia es uno de los mayores desafíos de la Unión Europea, un reto que requiere de la aportación continuada de todas sus regiones más innovadoras, entre las que, a su vez, Euskadi lucha por situarse y consolidarse. Es el objetivo al que se consagran la estrategia de especialización inteligente RIS3, el Plan de Ciencia Tecnología e Innovación (PCTI) y la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación que han propiciado la creación de un ecosistema de innovación propio con más de 30 años de evolución.
En segundo lugar, porque también hay que subrayar que el desarrollo de soluciones disruptivas capaces de crear nuevos mercados es cada vez más complejo ya que requieren acceso a diversidad de recursos, conocimiento, redes, infraestructuras… La innovación de alto impacto se retroalimenta, se nutre incesantemente de nuevas innovaciones disruptivas creadoras de mercado, por lo que demanda por sí sola un ecosistema de productos, tecnologías, servicios y clientes que permitan aprovechar y participar de esa innovación incremental.
Estamos, como decía al principio, en un momento en el que la innovación está traspasando las fronteras del presente y, en él, la Agencia Vasca de la Innovación-Innobasque está comprometida con la consolidación en Euskadi de un ecosistema participativo en el que la disrupción progrese para aportar su granito de arena a la riqueza de Europa.
“La innovación disruptiva no es un hecho aislado; necesita un ecosistema en el que interactúan agentes muy diversos”