“Impulsando un tejido económico competitivo que garantice el bienestar futuro”

Ainara Basurko, diputada de Promoción Económica de Bizkaia

Ainara Basurko, diputada de Promoción Económica de Bizkaia Foto: DFB

Llevamos tiempo sufriendo de manera muy cruda y directa las consecuencias de una crisis generada por una pandemia y acrecentada por una guerra, que se traducen en dificultades de suministro de materias primas y productos energéticos y en una elevada inflación debido a la evolución de los precios. Es por ello que las previsiones deben tomarse con cautela. Es una situación que nos preocupa y ocupa a las instituciones y a las empresas, porque se está viendo reflejada en los márgenes empresariales y, en algunos casos, en la cartera de pedidos e incluso en la inversión.
Pero es importante que seamos capaces de ver más allá de los mensajes que solo infunden temor e incertidumbre. Venimos de capear una pandemia global y, a pesar del parón que sufrió la actividad, Bizkaia ha encadenado ocho trimestres consecutivos de crecimiento de PIB, presenta los mejores datos de empleo desde el 2009 y un 8% de afiliados más que en 2015. Estos datos positivos nos tienen que empujar a seguir trabajando. 
La Diputación Foral de Bizkaia sigue centrada en impulsar la actividad económica y el empleo. Nuestro modelo no admite relajación alguna; nuestro bienestar social depende de la buena salud de nuestro tejido económico y empresarial. Por ello, debemos seguir apostando por incrementar la cultura y la capacidad de innovación de las empresas, para reforzar la productividad y la competitividad, no escatimando esfuerzos para seguir invirtiendo en I+D+i y en la capacitación de las personas. Es importante, asimismo, que estos esfuerzos estén alineados con los retos y oportunidades relacionados con las grandes transiciones.
Con estos retos estratégicos presentes en todo momento ha abierto sus puertas BAT, B Accelerator Tower, el centro internacional de emprendimiento de Torre Bizkaia, que va a ser un gran aliado del tejido productivo vasco porque contribuirá a sentar las bases de un nuevo modelo económico y de competitividad, basado en la innovación permanente, la internacionalización y el talento. Un modelo sostenible y alineado con los grandes retos: la transición digital, energética y medioambiental. BAT es la última incorporación a una estrategia mucho más amplia y con horizontes temporales a medio y largo plazo en la que se encuentran también el AIC, el Energy Intelligence Center (EIC) y el Nagusi Intelligence Center (NIC), proyectos estratégicos que nacen de la fórmula de las plataformas colaborativas para acelerar los proyectos de I+D+i en ámbitos como la movilidad, la transición energética o la ‘silver economy’.
Las pymes son, sin duda, el motor de nuestra economía y es importante centrar en ellos nuestros esfuerzos. Este año, además de impulsar los proyectos estratégicos mencionados, hemos dedicado 19 millones de euros en ayudas directas a las pymes desde el departamento de Promoción Económica para trabajar las palancas de competitividad y hemos ofrecido un 25% más de apoyo al comercio local. 
Y otro de los ámbitos en los que debemos emplearnos a fondo es el reto que nos plantea el talento, que requiere de mucho más que la acción de una institución; precisa de una implicación a todos los niveles. En ese ánimo de generar acciones con impacto en las que participen todos los agentes, desde la Diputación de Bizkaia estamos liderando un plan especial de apoyo del talento que dispondrá de 10 millones de euros en los próximos cinco años, con la misión de reducir el vacío entre las capacidades demandadas por la empresa y la oferta de personal cualificado. Un plan en el que estamos trabajando de manera conjunta la Administración, el sector privado y el mundo académico. También vamos a seguir desarrollando en clave de talento el proyecto en marcha en 42 Urduliz, junto a la Fundación Telefónica. 
No hemos podido impedir la subida general del IPC, no está en nuestra mano; pero sí hemos conseguido que las personas de Bizkaia lo noten menos. Las medidas impulsadas, como la deflactación y la deducción de 200 euros a las rentas pequeñas y medianas, lo hacen posible. Vamos a seguir vigilantes y actuando para mitigar los problemas a corto plazo sin perder el rumbo. Por más incierto que sea el escenario global, nuestro empeño seguirá siendo impulsar un tejido económico competitivo que garantice un bienestar futuro para todas y para todos.

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