Las carreteras alavesas han visto cómo en los últimos meses se han puesto en servicio tres de las vías en las que se venía trabajando desde 2023. Es el caso del nudo de Armiñón que, en su primera fase, ha ampliado de uno a dos carriles la confluencia de la A-1 con la AP-1 en sentido Madrid, inaugurada en julio tras una inversión de cinco millones. En verano también se pusieron en marcha las carreteras de Estarrona y la de Maestu a Leorza, tras sus correspondientes mejoras que han supuesto, respectivamente, un desembolso de más de 13 millones de euros. 

Otros 11 millones en ejecución Para este final de año y la primera mitad de 2026, por su parte, está prevista la conclusión de otros tres proyectos que conllevarán un desembolso de más de 11 millones. Se trata de la variante de Legutio, cuyo final está previsto para este otoño y que, con una inversión de 5,5 millones, evitará que el tráfico procedente o destino Aramaio entre el centro del municipio. La variante de Manzanos (3,8 millones), que suprimirá el paso a nivel ferroviario que atraviesa la A-4342, y la vía ciclista de 5,5 kilómetros que unirá Gasteiz con el Parque de Miñano (dos millones) y que se pondrá en marcha a inicios de 2026 son otros dos proyectos próximos a finalizar. 

De cara a 2026, la obra más ambiciosa, con un presupuesto de 20 millones, será la segunda fase de Armiñón en la que se ampliará de dos a tres carriles la confluencia de la AP-1 y la A-1 en sentido Vitoria-Gasteiz.