Iberdrola ha obtenido un beneficio neto de 827,6 millones en el primer trimestre de 2017 (un 4,7% respecto al mismo periodo del año anterior). El beneficio bruto de explotación (Ebitda) se ha situado en 1.861,6 millones (-8,2%). La compañía prevé que los menores resultados obtenidos en los tres primeros meses de 2017 se recuperen a lo largo del año en curso, en línea con las previsiones.
Asimismo, el Ebitda ha sido impulsado por el comportamiento del negocio de redes, cuya aportación se ha incrementado un 9,1% –hasta 1.020,9 millones– gracias a la actividad en Estados Unidos.
Iberdrola ha explicado que los resultados se han visto afectados por las condiciones meteorológicas en España, con una menor producción hidroeléctrica y una menor producción eólica, así como por el cierre de la central térmica de Longannet en Reino Unido en marzo de 2016 que afecta a la comparativa del trimestre, y por la situación competitiva en el mercado de clientes en este país.

Además, la inversión ha crecido un 13,4% hasta superar los 1.000 millones de euros, y un 93% se destina a los negocios de redes, renovables y generación. Por su parte, la deuda financiera neta a cierre de marzo se situaba en 29.760 millones de euros, con un incremento de 346 millones de euros respecto a diciembre, debido al proceso inversor.
La compañía cuenta con cerca de 6.500 megavatios en construcción en energías renovables y generación contratada, lo que permitirá poner en marcha más de 2.000 MW durante 2017.
De otro lado, Iberdrola, a través de su filial Elektro, se ha adjudicado en Brasil la construcción de seis grandes líneas de alta tensión de casi 600 kilómetros de longitud, proyectos que suman una inversión conjunta de alrededor de 250 millones.