I+D sanitaria para un sistema de vanguardia

Investigación La ciencia, la tecnología y la innovación son claves en el avance y la modernización

En 2016 el Gobierno vasco presentó la Estrategia de Investigación e Innovación en Salud 2020, como una firme apuesta que sitúa a la I+D+i sanitaria como una prioridad, para que investigadores e investigadoras vascas realicen su trabajo en Euskadi, como medio para atraer a nuevos profesionales de este ámbito, y de esta forma, potenciar un sector que puede generar riqueza intelectual y económica, al tiempo que se mejora el sistema sanitario y la salud de las personas, en el centro de toda la estrategia.

La ciencia, la tecnología y la innovación son claves en el bienestar de las personas y en el crecimiento económico de una sociedad. Partiendo de esta premisa, el Departamento de Salud, en sus líneas estratégicas 2013-2020, considera prioritario apostar por la investigación y la innovación en el ámbito de la Salud, para fortalecer el sistema público en Euskadi, como medio para mejorar los resultados de salud y para contribuir al desarrollo económico de la sociedad.
Para ello se dotó de la Fundación Vasca de Innovación e Investigación Sanitaria (Bioef) como principal instrumento para promover y gestionar la I+D+i sanitaria. Con estos objetivos, en los últimos años, se han ido dando pasos con una Dirección de Innovación e Investigación, avanzando en la reordenación de las infraestructuras sanitarias de I+D+i, la acreditación por el Instituto Carlos III de los Institutos de Investigación Sanitaria, y con la puesta en marcha de la Estrategia de Investigación e Innovación en Salud 2020, enmarcada en la política global del Gobierno vasco en Ciencia, Tecnología e Innovación Euskadi 2020, y que constituye el instrumento principal para abordar esta etapa de consolidación de la I+D+i en Salud.

Asimismo, Osakidetza entre sus retos y proyectos estratégicos a 2020, destaca que tiene como misión, –además de atender y promover la salud de las personas– la generación de conocimiento, transformándose en un referente estatal y europeo, no solamente con su modelo asistencial, sino por su capacidad de promover conocimiento y su capacidad innovadora, como motor de crecimiento y de mejora de los resultados, de forma eficiente y sostenible.

{ Estructura
Dirigidos desde la Dirección de Innovación e Investigación y con Bioef como instrumento, Biocruces, Biodonostia, Bioaraba, y Kronikgune ejecutan la I+D.

Perfectamente orquestadas, estas líneas y proyectos estratégicos del Departamento de Salud y de Osakidetza, se alinean, a su vez, con el Programa Europeo Horizonte 2020, basado en el crecimiento inteligente, sostenible e integrador, y que tiene como prioridades la ciencia excelente, las industrias competitivas y los retos sociales, y sobre el que se basa el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación Euskadi 2020 (PCTI Euskadi 2020), encaminado a mejorar el bienestar, el crecimiento económico sostenible y el empleo en la sociedad vasca.
Agentes El medio para lograrlo es una política de investigación e innovación basada en la especialización inteligente y la mejora de la eficiencia del sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación, a través de una más eficiente interacción ciencia-empresa y un crecimiento inteligente, éste último estrechamente vinculado a las estrategias de Investigación e Innovación de especialización inteligente, –lo que se conoce como RIS3–, impulsadas desde Europa y encaminadas a concentrar recursos e inversiones en donde existen claras sinergias con las capacidades productivas, y que son: fabricación avanzada, energía y biociencias/salud.
Los principales agentes que desempeñan actividades de I+D+i son Osakidetza-Servicio Vasco de Salud, sus unidades y centros de investigación: Biocruces, Biodonostia, Bioaraba, y Kronikgune.
Actualmente hay más de 2.620 personas involucradas en actividades de I+D (equivalentes a 705 personas a dedicación plena) 238 Investigadores Principales, 52% mujeres, trabajando en más de 1.570 proyectos de investigación biomédica con financiación externa (41% son proyectos de I+D, 53% ensayos clínicos y 6% otras ayudas). Trabajan también en cerca de 90 proyectos de innovación organizativa y en 46 proyectos internacionales (la mayoría europeos). Asimismo, el País Vasco cuanta con un biobanco, con 92.000 muestras y casi 60.000 donantes. Además, los investigadores han realizado 942 publicaciones científicas (el 47%, en primer cuartil).
La cartera tecnológica se compone de 27 desarrollos, 19 explotados y ocho como oferta tecnológica. De ellos, 12 son desarrollos tecnológicos (nueve familias de patentes y tres invenciones protegidas como secreto industrial-know-how) y 15 desarrollos TIC, con tres registros de marca.
Además, este binomio biociencias/salud asocia unas altas capacidades a nivel científico-tecnológico a un nuevo sector empresarial emergente (farmacéutico, biotecnológico o componentes médicos), unido a la salud humana.

3,7 millones a proyectos de investigación y desarrollo en salud

El Gobierno vasco ha aprobado recientemente la convocatoria correspondiente al año 2018 de ayudas a proyectos de investigación y desarrollo en salud, que cuenta con un presupuesto de más de 3,7 millones de euros. Este año, la convocatoria integra tres líneas de ayudas. La primera es la promoción de la actividad investigadora sanitaria, para apoyar la capacidad investigadora del sistema sanitario, incluyendo la generación de nuevos grupos de investigación. En segundo lugar, está la potenciación de la investigación en salud de carácter estratégico, destinada al aprovechamiento de todas las capacidades científico-tecnológicas del País Vasco en el ámbito de salud, así como a apoyar el desarrollo tecnológico, de nuevos productos, procesos y servicios. Por último, la tercera línea de ayudas se dirige a acciones complementarias de especial interés, alineadas con los objetivos RIS 3. Esta línea es una novedad, incorporada para reforzar la cooperación en las áreas prioritarias de RIS3 biociencias-salud. De esta forma, el Gobierno vasco mantiene su firme compromiso con la investigación, aumentando en más de un 45% la dotación inicial de la convocatoria del año 2017. Dicha convocatoria permitió la financiación de 48 proyectos de I+D, 30 de los cuales se desarrollan con la cooperación de centros de investigación, sanitarios, universitarios, y corporaciones tecnológicas, hasta un total de 20 entidades, y seis proyectos supusieron el apoyo a investigadores para liderar su primer proyecto, fomentando el relevo generacional. Los proyectos subvencionados abordaban diferentes aspectos, como la investigación sobre patologías prevalentes o enfermedades raras.

Más noticias de Portada / Azalera