GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2024 "Euskadi compite en la carrera de la innovación"

Manuel Salaverria, presidente de la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque

Manuel Salaverria, presidente de la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque.

Un año más Estrategia Empresarial nos reúne alrededor de la luz de la innovación. Esta guía siempre es el lugar común en el que escribimos y compartimos nuestras visiones y realidades con la innovación como eje director. Esta vez, el anuario nos sugiere la idea de “Nuevo salto en innovación” y, haciendo un símil deportivo, propongo hacer el ejercicio de  imaginar a los agentes de nuestro País preparándose para afrontar un nuevo récord que signifique progreso y, quizás más importante, que implique llegar a tener una posición destacada en el nuevo escenario tecno-industrial que se empieza a dibujar.

No obstante, todos sabemos que prepararnos para un récord conlleva haber realizado previamente todo un conjunto de labores de preparación. Estar en las condiciones que permitan abordar ese objetivo requiere mucho entrenamiento. ¿Y se ha entrenado Euskadi para ello? Repasemos algunos datos basados en registros históricos y en el reciente informe de Eustat sobre la innovación en Euskadi. Tras la crisis financiera de 2008, el volumen de inversión en I+D+i del País Vasco tocó fondo en el año 2015 con 1.273 millones de euros. A partir de entonces y de forma continuada, dicha inversión ha ido creciendo año tras año hasta alcanzar en 2023 la nada despreciable cantidad de 2.002 millones de euros. Además, es significativo que desde 2020 los incrementos interanuales hayan sido superiores al 9%, llegando incluso al 11,6% entre 2023 y 2022. Es decir, en los últimos años la velocidad de crecimiento ha sido significativa: Nuestros deportistas están desarrollando correctamente sus músculos.

Adicionalmente, el ratio de inversión sobre el PIB ha alcanzado en 2023 su mejor registro histórico al situarse en el 2,16%. Este dato está en línea con la media de la UE, aunque aún se queda por debajo de Alemania y, por supuesto, muy por debajo de EE.UU. y China. Por tanto, dentro de su capacidad, nuestros deportistas están incrementando el esfuerzo que dedican a la preparación de su nueva meta.

Y de todo el volumen de inversión, el sector privado es el que más fondos dedica, mostrando además un alto dinamismo y conciencia por la innovación, acompañado del sector público que demuestra la importancia estratégica que da a la innovación en su agenda estratégica. Ambos, privado y público, incrementan significativamente su inversión: un 36,7% y un 33,6% respectivamente. Los deportistas compiten en equipo.

Euskadi dispuso en 2023 de 23.300 personas dedicadas a la I+D. Un 7,1% más que en 2022 y un 19,4% más que en 2020. De ellas, un 37,3% son mujeres, cifra superior al último dato disponible de la UE. Nuestro equipo puede centrarse en sus objetivos y cuenta cada vez con deportistas más diversos.

Es decir, Euskadi cuenta con los mimbres necesarios para abordar la nueva competición. También sabemos de nuestras debilidades (algunas, grandes), lo cual hace que debamos competir con inteligencia y, por supuesto, con esfuerzo, mucho esfuerzo. Esto no es nuevo en la historia industrial de nuestro País, pero las marcas de corte necesarias para entrar en la competición son cada vez más exigentes. Vemos cómo el entorno geopolítico se está complicando por momentos con EE.UU. y China invirtiendo cantidades ingentes en su lucha por el liderazgo en áreas estratégicas. Y mientras, la UE sigue llena de incertidumbres sobre su papel en ese escenario: escasa cohesión y ausencia de liderazgos fuertes, evolución a la baja de los principales indicadores, dificultad de acceso al talento, pérdida de valor en nichos en los que tradicionalmente es líder, dudas sobre la capacidad de respuesta eficaz a la digitalización y a la descarbonización.

Un último dato: a Euskadi, alcanzar el ratio del 3% de inversión en I+D+i sobre el PIB (como decía antes, hoy está en el 2,16%) le exigiría del orden de 2.700 millones de euros de inversión en I+D+i, es decir, es necesario seguir con los ritmos de crecimiento que hemos tenido en los últimos años durante los próximos cuatro años.

En este escenario no podemos dejar de repetir que la inversión en I+D+i es la clave de futuro. Porque innovar no sólo nos permite evolucionar, transformar o pasar de un ciclo a otro; también nos permite captar oportunidades y escoger dónde queremos ser protagonistas. Concibiendo la innovación como un proceso que se produce en un ecosistema constituido por múltiples agentes privados y públicos con el objetivo común de hacer frente a retos futuros.

Cada año que pase va a ser un nuevo salto de innovación. Innobasque, como plataforma público-privada de entidades socias comprometidas con el futuro, seguirá siendo un elemento de impulso para que ese salto nos acerque más y más a esa sociedad más avanzada, justa, igualitaria y sostenible que todos deseamos.

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