GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2024 Euskadi adopta velocidad de crucero hacia la transición verde
- IMANOL FRADUA (Guía de la Innovación 2024)
- 13-Enero-2025
El proyecto de eólica ‘offshore’ DemoSATH se encuentra operativo en su ubicación de BiMEP donde se realizan las pruebas para la evaluación de sus sistemas.
El proceso de transformación a una sociedad sostenible implica una modificación radical del sistema energético vasco y una transformación profunda de la economía. Las infraestructuras, capacidades, procesos productivos y logísticos, formas de consumo y productos deberán adaptarse para alcanzar una menor huella de carbono sin dejar de lado los procesos de mejora en términos de productividad y eficiencia.
a transición energético-climática implicará una modificación radical del sistema energético vasco y una transformación profunda de la economía vasca. Así lo apunta la Ley de Transición Energética y Cambio Climático aprobada a comienzos de año, en la que las infraestructuras, las capacidades, los procesos productivos y logísticos, las formas de consumo y los productos y servicios ofrecidos por las empresas y las instituciones deberán adaptarse para alcanzar una menor huella de carbono y, de esta manera, mejorar en términos de productividad y eficiencia en el uso de los limitados recursos disponibles, que permitan a las empresas vascas, a su vez, competir y posicionarse en los mercados locales, estatales y europeos.
La transición energética requerirá de grandes inversiones en las próximas décadas en eficiencia, electrificación de consumos, energías renovables, sistemas de almacenamiento, hidrógeno renovable, digitalización de redes y otras tecnologías asociadas. El objetivo es reducir de forma significativa la dependencia energética y las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. En este sentido, la fortaleza del sistema vasco de ciencia y tecnología y el papel dinamizador de la colaboración en innovación por parte de agentes públicos y privados, organizaciones dinamizadoras de clústeres e instituciones científicas y tecnológicas van a jugar un papel destacado. La meta está en lograr que la cuota de energías renovables represente el 20% del consumo final y en reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI) un 45% respecto a 2005.
En este contexto, las energías renovables (eólica, solar e hidrógeno, principalmente) han tomado un papel fundamental en el impulso a la sostenibilidad y la descarbonización. El departamento liderado por Mikel Jauregi, consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, se ha comprometido a invertir 260 millones de euros para la descarbonización, lo que supone que, para el 2025, se activen partidas de 22 millones de euros para la eficiencia energética y descarbonización industrial y 80 millones de euros para el fomento del autoconsumo. Además, se plantea una apuesta especial para reforzar los programas de subvenciones, tanto desde el departamento como desde el EVE - Ente Vasco de la Energía.
Iberdrola tiene en Bilbao el Global Smart Grids Innovation Hub, su centro mundial de innovación y conocimiento en redes inteligentes para ayudar a dar respuesta a los desafíos de la transición energética
De la misma forma, se impulsará la eficiencia energética industrial y la reducción de emisiones con una inversión de 100 millones en euros en cuatro años, aumentando los mecanismos de acompañamiento para inversiones. Y, en relación a la electricidad renovable, el Gobierno vasco movilizará durante la legislatura 160 millones de euros para el autoabastecimiento industrial y doméstico, consignándose ya una partida bianual para el fomento del autoconsumo y de electrificación de consumos térmicos de 80 millones de euros. Por su parte, EVE destinará 47,3 millones de euros a la participación en iniciativas de renovables, destacando los 118 millones destinados a proyectos de energía solar fotovoltaica.
Eólica
La industria vasca de la energía eólica se ha posicionado como uno de los líderes internacionales en innovación y tecnología, tanto en eólica ‘onshore’ como ‘offshore’, cubriendo toda la cadena de valor, pero no termina de despegar en una Euskadi que tiene una alta demanda y una muy escasa generación. Con un parque eólico antiguo, siendo el del puerto de Bilbao el último en instalarse hace ya más de 18 años -actualmente funcionan cuatro en Punta Lucero, Badaia, Oiz y Elgea-Urkilla, con una potencia de 143 MW-. Según el EVE, la producción eléctrica media anual con energía eólica en Euskadi se sitúa sobre los 350 GWh , lo que viene a suponer sobre el 6%-7% del aprovechamiento energético vasco con energías renovables, si bien horizonte, en el año 2030, se espera disponer de una potencia eólica de 783 MW. Ese objetivo podría llegar de la mano de la eólica marina, una tecnología 'offshore' todavía no testada en el Cantábrico pero que va dando pasos de gigante gracias al área de ensayos BiMEP. Además, el Clúster de la Energía ha augurado un próspero futuro a la eólica flotante a nivel global para la economía vasca en 2040. Tanto que el sector podría generar hasta 6.783 empleos directos y 1.424 millones de euros.
Con este panorama, la industria vasca trabaja en diferentes proyectos para mejorar su competitividad. Por ejemplo, Sea Power, un consorcio de nueve empresas que trabaja en tecnologías, componentes y soluciones para estructuras fijas y flotantes, torres y sistemas auxiliares de eólica ‘offshore’ para la nueva generación de aerogeneradores de gran potencia. Hoy en día, los principales fabricantes ya cuentan con aerogeneradores de 9,5 MW, de 10 MW o incluso el prototipo de la Haliade X de General Electric, que alcanza los 12 MW. Para hacerse una idea, este último caso tiene una altura muy similar a la de la torre Eiffel. Es más, el sector espera alcanzar potencias por máquina de entre 13 MW y 15 MW para este año. Este impresionante aumento de potencia y tamaño de los aerogeneradores ‘offshore’ supone nuevos retos para el resto de los elementos de los parques, tanto para los de carácter estructural como son la cimentación (ya sea fija o flotante), la pieza de transición y la torre, que van a estar sujetos a cargas mucho mayores, como para los equipos eléctricos de evacuación de potencia. A través del proyecto se pretende que la industria vasca no solo preste servicios o fabrique productos principalmente bajo especificación externa, sino que pueda aportar más valor mediante diseños integrales de soluciones que incorporen innovaciones propias.
Fotovoltaica
Pese a que no ofrecer las mejores condiciones para el desarrollo de plantas fotovoltaicas, esta energía no ha parado de crecer en Euskadi. Por ejemplo, el autoconsumo ha experimentado un notable auge, con 2.161 instalaciones, con una potencia de 46,2 MW en 2023 y 830, con 30,1 MW de potencia, en el primer semestre de 2024. Mientras tanto, ya está en marcha Ekian -la mayor planta solar de Euskadi, situada en una parcela de 55 hectáreas del polígono alavés de Arasur, con 67.000 paneles solares de 355 vatios cada uno y una potencia total de 24 MW- y durante los últimos tiempos se han puesto en marcha las cooperativas ciudadanas de Ekiola en la CAV, con siete proyectos abiertos en Araba, dos en Bizkaia y otros seis en Gipuzkoa.
Con el BH2C a la cabeza, el País Vasco ha puesto muchas esperanzas en el desarrollo de proyectos que tienen su base en el hidrógeno verde
En este campo la industria vasca trabaja en varios proyectos, entre ellos Gretha, que pretende posicionar a la industria energética vasca como referente de la nueva generación de plantas fotovoltaicas y microrredes eléctricas, mediante la adquisición de conocimiento e investigación industrial en tecnologías digitales, que permitirán la reducción del LCOE (coste por kilowatio) fotovoltaico debido a mejores prácticas de mantenimiento, y la integración y gestión óptima de la energía fotovoltaica en la red de distribución eléctrica (microrredes eléctricas). O el proyecto Ekiocean, liderado por Tecnalia, que investiga en los elementos críticos de la cadena de valor de la fotovoltaica flotante en entorno marino, a fin de generar conocimiento que impulse el desarrollo del sector y se materialice en oportunidades de negocio para la industria vasca.
Redes inteligentes
Cada vez más, el transporte y la distribución de electricidad están evolucionando hacia las redes inteligentes o ‘smart grids’. Una evolución que conlleva la incorporación a las redes de distribución convencionales de modernos sistemas de monitorización y TIC. Así, las empresas de distribución y los usuarios contarán con unos datos que les permitirán optimizar el uso de la energía y hacerla más eficiente. Se trata de soluciones globales que integran la generación distribuida y las energías renovables, además de soportar la gestión activa de la demanda, todo ello sobre una plataforma de operación y control de red en tiempo real.
Euskadi destaca por contar con el Global Smart Grids Innovation Hub de Iberdrola, centro mundial de innovación y conocimiento en redes inteligentes para ayudar a dar respuesta a los desafíos de la transición energética. Situado en Bilbao, el centro actúa como plataforma tractora de innovación, combinando la capacidad tecnológica de Iberdrola con la de las más de 100 entidades y empresas colaboradoras. Así, Iberdrola ha creado un ecosistema para promover la innovación, desarrollando el talento mediante la colaboración con universidades, ofreciendo oportunidades a los estudiantes y preparando a los profesionales del futuro.
El Departamento de Industria, Transición Ecológica y Sostenibilidad del Gobierno vasco liderado por Mikel Jauregi se ha comprometido a invertir 260 millones de euros en descarbonización
Recientemente, Iberdrola, junto a la Diputación Foral de Bizkaia y el Clúster GAIA presentaron el proyecto Smart Grids Academy (SGA), la primera academia con vocación internacional para formar a profesionales en nuevas competencias digitales, que tiene por finalidad desarrollar el talento específico que exige la transición energética y el futuro de las redes eléctricas inteligentes.
Hidrógeno renovable
Identificado desde instancias europeas como un elemento imprescindible para la transición energética, y al que se le anticipa un horizonte de desarrollo asociado a la integración de las tecnologías renovables eléctricas en el sistema energético, la carrera por el uso del hidrógeno verde ha comenzado en Euskadi. El Corredor Vasco del Hidrógeno, BH2C, centraliza e impulsa varios proyectos de este vector energético que le hacen atractivo para diferentes aplicaciones, desde el transporte a la siderurgia.
El BH2C, designado como uno de los ocho ejemplos de los mejores valles de hidrógeno del mundo por la Clean Hydrogen Mission (CHM), cuenta con 54 proyectos en marcha, “entre los que cabe destacar una planta de combustibles sintéticos en el puerto de Bilbao, la puesta en marcha de la primera planta mundial de fabricación de membranas de aleación de paladio para obtener hidrógeno de alta pureza a partir del amoniaco o metanol a través del proyecto H2Site; H2Sarea, liderado por Nortegas, impulsa las pruebas de inyección en distintos porcentajes del hidrógeno verde en la red actual de gas natural; las empresas CAF y Talgo han desarrollado sendos prototipos de trenes de hidrógeno o la empresa Sarralle, que ha desarrollado un prototipo de horno de hidrógeno. En el apartado de movilidad se han iniciado las obras de la hidrogenera en el Parque Tecnológico de Abanto, que estará operativa para finales de 2025, junto a la estación de carga en camiones”, asegura José Ignacio Zudaire, presidente del BH2C. Todas estas iniciativas cuentan con una inversión de más de 1.500 millones hasta 2026, una producción de hidrógeno renovable de 20.000 toneladas al año y una reducción de emisiones de CO2 de 230.000 toneladas anuales.
Asimismo, H2Med, el primer gran corredor que conectará la Península Ibérica con el resto de Europa y que estará operativo en 2030, contará con participación vasca para el desarrollo de un almacén subterráneo en Euskadi, para el que, a la par, se ha puesto en marcha un proyecto para desarrollar un sistema de gestión para su almacenamiento en una caverna salina, el denominado H2SALT. Además, BH2C, junto a Petronor, ha firmado un acuerdo para el desarrollo de un Corredor de Hidrógeno Renovable Europeo entre los puertos de Bilbao y de Ámsterdam.
Economía circular
En el ámbito de la sostenibilidad, la evolución hacia los modelos de economía circular se puede acelerar mediante la implementación de procesos cada vez más eficientes, limpios y seguros gracias a diferentes tecnologías, como sistemas digitales de análisis, inteligencia artificial, internet de las cosas, ‘blockchain’ o ‘big data’. La digitalización de procesos y, también, la recopilación y análisis de información asociada a ellos y a las dinámicas de consumo, tiene un enorme potencial para optimizar la circularidad de la cadena de suministro y del diseño, fabricación, reutilización y reparación de los productos.
La economía circular en Euskadi supone ya el 1,12% del Producto Interior Bruto, con unos ingresos brutos anuales de 764 millones de euros. Sin embargo, todavía existe margen para la mejora. Según el Diagnóstico de Economía Circular en la Industria del País Vasco, si se acometieran soluciones innovadoras más circulares, se estima hasta un ahorro potencial medio del 6% en el consumo de materias primas, lo que supondría ahorros de 2.000 millones de euros en la industria vasca. Los sectores del metal y movilidad acumularían la mitad del ahorro potencial de la industria vasca.
Si se acometieran soluciones más innovadoras en economía circular, se estima un ahorro potencial medio de hasta el 6% en el consumo de materias primas, lo que supondría que la industia vasca podría economizar 2.000 millones de euros
En el presupuesto del Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad para este año se prevé reforzar los programas existentes y nuevas inversiones, como 17 millones de euros para la Planta de Metabarri de biometanización para tratar 40.000 toneladas de residuo del contenedor marrón. Como novedad, se promoverá un proyecto para la Digitalización del Residuo y se prevé la contratación del Proyecto de PTS infraestructuras de tratamiento de residuos. En total, desde el departamento e Ihobe se destinarán nueve millones de euros a la transición de la empresa vasca hacia la economía circular, y se refuerzan las iniciativas como el Basque Ecodesign Center y el programa Pyme Circular. También se abrirá una nueva sede de Basque Circular Hub en Arrasate.
Ihobe ha presentado los manuales de ecodiseño y servitización para la economía circular que permitirán a las empresas alinearse con las directrices del Reglamento Europeo de Ecodiseño de productos sostenibles, que amplia el alcance de la legislación actual para establecer los requisitos de rendimiento e información para todo tipo de bienes comercializados en el mercado de la UE, incluidos el acero, los textiles, los muebles, los neumáticos y los productos químicos.
Euskadi, sede de la economÍa circular
Una fecha asoma ya en el calendario: entre el 2 y el 4 de abril de 2025, el Palacio Euskalduna de Bilbao acogerá el Basque Circular Summit, el mayor evento sobre economía circular del sur de Europa. El evento tendrá el objetivo de analizar los diferentes retos y oportunidades que la economía circular ofrece a las empresas y al conjunto del tejido socioeconómico de Euskadi. Además, ofrecerá a las personas asistentes el escenario idóneo para debatir sobre las oportunidades de negocio y mejora de la competitividad empresarial que este nuevo modelo económico ofrece.
Un evento que se suma a otra jornada ya tradicional, el Encuentro Internacional de Economía Circular, que se viene celebrando en Gipuzkoa y que este año acogerá su séptima edición. En 2024 cerca de 600 personas y 40 ponentes consolidaban a Gipuzkoa como un líder europeo en la implementación de prácticas circulares para promover soluciones hacia un futuro más sostenible. El encuentro abordó temas fundamentales para la sostenibilidad, desde la transición hacia una industria de baterías sostenibles hasta la integración del derecho a reparar en las estrategias empresariales. Se promovió la bioeconomía y se discutió sobre la seguridad en el suministro de materias primas, reflejando la diversidad de desafíos y oportunidades en la búsqueda de un futuro más sostenible. Gipuzkoa cuenta con GK Recycling, un clúster del reciclaje con más de un centenar de entidades que genera 6.500 empleos y alcanza una facturación de 1.500 millones de euros, lo que representa el 6% del PIB guipuzcoano.