“Europeas junio 202: unas elecciones que pueden marcar la diferencia”

Pernando Barrena, eurodiputado de EH Bildu (The Left) 2019-2024

Pernando Barrena, eurodiputado de EH Bildu (The Left) 2019-2024.

ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO - 9 DE JUNIO DE 2024

Subrayar la importancia de unas elecciones inminentes se ha convertido en un mantra demasiado habitual desde el espacio político e institucional, y por lo tanto, y para no caer en el tópico, mejor no abusar de ese recurso; vamos a limitarnos a intentar pergeñar qué hay en juego en los próximos años, y que dejemos las conclusiones a quien tiene este periódico entre sus manos.

Europa se encuentra en una crisis de identidad, no sabe qué quiere ser de mayor. Y esa crisis es, por una parte, de carácter interno, en torno a la eterna pugna entre quienes, por una parte, quieren culminar el proceso de integración política y llegar a constituir los “Estados Unidos de Europa”; y por otra, quienes creen que los Estados ya han cedido demasiadas competencias a la UE y plantean si no es el momento de ‘recoger carrete’: federalistas vs. estatistas. 

Este choque tiene su traslación internacional a la hora de definir cuál va a ser el papel de Europa en lo referente a la configuración del orden mundial multipolar. Los federalistas hablan de autonomía estratégica europea (unos alineados con la OTAN y otros apostando por un ejército europeo), y los estatistas no quieren una Europa que proyecte sus valores fundacionales (Europa social, la Europa de los DDHH, Europa como proyecto de paz, unidad en la diversidad) como hegemón regional con vocación global, y ceden ese papel a los EE.UU. que mantendrían su liderazgo mundial frente a China y ejercerían como fuerza coercitiva global principal.

Hoy por hoy no está decidido si Europa va a avanzar en una dirección o en otra, y los próximos cinco años van a ser de gran importancia en ese proceso de toma de decisiones. El posible crecimiento de partidos populistas de ultraderecha podría ser letal para el proceso de integración europeo, máxime en un contexto de guerra convencional a las puertas de Europa y las llamadas de Macron, Michel y Úrsula von der Leyen a aumentar el gasto militar, el compromiso con la OTAN y enviar tropas europeas sobre el terreno a Ucrania. Desgraciadamente, las élites europeas solo entienden la seguridad desde la perspectiva militar, y no como seguridad humana o integral de las personas y los pueblos.

Como vascas y europeos tenemos grandes retos que abordar en los próximos tiempos. Estamos hablando de cómo hacer frente al cambio climático, cómo abordar el reto de la digitalización y la AI, cómo hacer frente al nuevo austericidio y a los recortes de gasto social que ya se están anunciando, optar por una política de migración respetuosa con los derechos humanos, y otros temas de profundo calado que nos atañen directamente y ante los cuales no podemos mirar hacia otro lado. 

Pero todo esto puede ser un mero entretenimiento si nos inhibimos y no nos movilizamos por todos los medios a nuestro alcance -expresión pública, voto…- en contra de la militarización de Europa y los discursos belicistas, si alimentamos el esquema de la guerra de bloques olvidando que son los pueblos los que sufren, si no alzamos la bandera de la diplomacia, de la paz y de la desmilitarización.

Todo esto, y mucho más está en juego, y configura directamente la importancia del voto ciudadano en las próximas elecciones europeas del 9 de junio. Alguien dijo -es igual quién- que la política que no haces tú te la hacen otros. Por muy desengañado o frustrada que estés, recuerda que tu voto es fundamental para llevar la realidad nacional vasca a Bruselas, blindar las políticas de protección social, y ahora, más que nunca lanzar por medio de tu voto un sonoro “No a la Guerra”. Qué no cuenten con nosotras. 

Y eso, solo tú puedes hacerlo.

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