Enagás obtuvo en 2021 un beneficio después de impuestos (BDI) de 403,8 millones, un resultado mejor de lo previsto que ha sido posible, entre otros factores, gracias a la contribución de las sociedades participadas, que aportaron un 40,4% del BDI, y a la eficiencia en la gestión del Sistema Gasista español.
En la buena evolución de las sociedades participadas destacan Trans Adriatic Pipeline (TAP), en Europa, y Tallgrass Energy, en Estados Unidos. Desde su puesta en marcha, a finales de 2020, TAP es clave para la diversidad y seguridad energética europea y, a través de este gasoducto, se han transportado 7,7 billones de m³ de gas natural a Europa en 2021.
También Tallgrass Energy tuvo una evolución positiva, alineada con el buen desempeño del sector en EE.UU. Además, recibió el apoyo del Departamento de Energía del Estado de Wyoming para desarrollar tecnologías de hidrógeno y financiar el desarrollo de un ‘hub’ de captura y almacenamiento de CO₂.
Las participadas de Enagás en Grecia, México, Chile y Perú han puesto también de relieve el papel clave de las infraestructuras gasistas para garantizar la seguridad de suministro y avanzar en el proceso de transición energética en estos países. Otros hitos destacables en 2021 han sido la contratación de la terminal de TLA Altamira por parte de la Comisión Federal de Electricidad de México, hasta 2031 y la venta del 100% del Gasoducto de Morelos (México) por 173,8 millones de dólares.
Para el periodo 2022-26, Enagás cuenta con una alta previsión de la contribución de sus sociedades participadas, con una media de contribución dividendos de las filiales de alrededor de 280 millones al año. De esta forma, en 2022 la compañía ha estimado un BDI de aproximadamente 430 millones, un 6,5% más.