Dentro de las funciones logísticas que se desarrollan en las instalaciones portuarias, la figura del consignatario cobra un protagonismo relevante. Tal es su peso, que según los propios profesionales, en los puertos nacionales, ningún buque español o extranjero puede entrar sin tener un consignatario de buques. Además, si un barco quiere fondear fuera del puerto u operar fuera de límites también tiene la obligación de contratar un consignatario. En definitiva, el consignatario representa al naviero, armador o propietario del buque y se encarga de las gestiones materiales y jurídicas necesarias para el despacho y demás atenciones del buque en el puerto; así como de todo tipo de gestiones relacionadas con la entrada, permanencia y salida de un barco de la zona de servicio portuaria.
A los desafíos que hacen frente, la coyuntura mundial, guerra ruso-ucraniana, la de Gaza y los terroristas en Yemen/Mar Rojo, se le une todo lo relacionado con las nuevas tecnologías y normativa comunitaria en relación a la descarbonización y sostenibilidad. El relevo generacional es otro problema, con la necesidad de atraer a candidatos formados.