El bienestar emocional de nuestra metrópoli

Bilbao Metropoli 30 presenta los datos de una investigación para identificar los lugares de nuestra metrópoli que, de acuerdo con la ciudadanía, generan un impacto positivo en el bienestar emocional de las personas

Presentación de los datos de una investigación para identificar los lugares de nuestra metrópoli que, de acuerdo con la ciudadanía, generan un impacto positivo en el bienestar emocional de las personas. Foto: Bilbao Metropoli 30

En los últimos años, el crecimiento de la población que vive en zonas urbanas ha sido exponencial. Y esta tendencia sigue al alza: de hecho, en 2050 dos tercios de la población mundial vivirá en ciudades. En estos entornos urbanos, los cambios sociales, económicos, culturales y medioambientales se manifiestan con mayor intensidad, así como las tensiones y conflictos asociados. Por eso, de acuerdo con algunos estudios de psicología urbana, mejorar nuestras ciudades tiene una importancia notable en la mejora del bienestar general y emocional de las personas que las habitan.
Bilbao Metropoli 30 ha elaborado un informe para identificar los lugares de nuestra metrópoli que, de acuerdo con la ciudadanía, generan un impacto positivo en el bienestar emocional de las personas, para después analizar qué elementos comunes tienen esos espacios y hacer recomendaciones que contribuyan a incorporar el bienestar emocional y la salud mental como parte de la planificación urbana.
Los datos de este estudio se han presentado en un evento que ha tenido lugar el 6 de marzo de 9 a 11 horas en la CRAI de la Universidad de Deusto, en un acto en el que, tras la apertura institucional del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y el rector de la Universidad de Deusto, Juan José Etxeberria, se han presentado los resultados de la investigación y se han constituido dos mesas de debate en las que, de modo práctico, se han presentado experiencias concretas de proyectos municipales y sociales urbanos vinculados al bienestar y salud emocional de la ciudadanía.
Tal como ha expuesto su directora general, Idoia Postigo, el estudio, parte de un proceso de reflexión orientado a diseñar proyectos transformadores para Bilbao y su área metropolitana, que constituye la misión principal de Bilbao Metropoli 30.
Alineado con los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 (ODS), a través del ODS 11 'Ciudades y Comunidades Sostenibles' y el ODS 3 'Salud y Bienestar', Bilbao Metropoli 30 ha evaluado el impacto de las infraestructuras y el desarrollo urbano en el bienestar emocional de la ciudadanía, para poder definir líneas estratégicas de actuación que permitan la mejora del hábitat urbano.
Esta iniciativa de psicología urbana en la que Bilbao Metropoli 30 viene trabajando desde 2020, cuenta, además de con la colaboración de la Fundación EDE; con la involucración de EHU/UPV, la Universidad de Deusto, Mondragon Unibertsitatea, UNED Bizkaia y el Colegio de Psicología de Bizkaia.
En esta ocasión, el trabajo que se presenta se ha desarrollado gracias a la participación de la ciudadanía en un trabajo de encuestación y la colaboración de responsables municipales de los ayuntamientos metropolitanos que han participado en la parte cualitativa del estudio, validando los datos obtenidos y proponiendo de manera compartida recomendaciones que contribuyan a incorporar la importancia del bienestar emocional en la planificación urbana.
BM30 y la Fundación EDE han subrayado que los objetivos de este trabajo de investigación son:
     - Profundizar en la vida emocional de la ciudad, conociendo la experiencia de las personas que la habitan;
     - Identificar y describir lugares que contribuyen positivamente al bienestar y calidad de vida de las personas y/o pueden favorecer el desarrollo de la inteligencia emocional (lugares de paz, autoconocimiento, empatía, conexión, sanación, motivación, confianza, seguridad, identidad…).
Esta iniciativa se enmarca también en una de las prioridades estratégicas de la Agenda Urbana Bultzatu 2050 del Gobierno Vasco que establece la necesidad de “Fomentar ciudades saludables, que respondan a las necesidades de seguridad, bienestar social y personal de la ciudadanía en un contexto de cambio demográfico”.
Igualmente, adquiere especial relevancia la propuesta del Manifiesto Urban Revolution Aurrera!, impulsado como iniciativa estratégica internacional por Bilbao Metropoli 30 (2022-2023), algunos de cuyos ejes incorpora la necesidad de “Trabajar en la calidad de vida, los servicios y la visión estética de nuestras ciudades como requisito previo para el éxito económico” y el eje “Staying Human” que, entre otras, recoge la prioridad de “establecer como objetivo generar "topofilia", es decir, el vínculo afecto, amor, orgullo y sentido de pertenencia a la ciudad en la que se reside.
En este marco y al objeto de atender los objetivos de este estudio, se ha implementado una metodología mixta que ha permitido recoger información útil, tanto para identificar lugares que impactan positivamente en el bienestar emocional de las personas, como para proponer una serie de recomendaciones teniendo como base los elementos comunes de esos espacios.
En esta investigación han participado un total de 1.375 personas, mayores de 18 años, residentes en alguno de los municipios del Bilbao Metropolitano, arrojando unos datos altamente significativos para el total de la población.
Entre los resultados de este estudio, destaca la identificación de los espacios metropolitanos que favorecen el descanso y la tranquilidad; los que son considerados adecuados para socializar y encontrarse con otras personas y aquellos que representan la motivación y el futuro de nuestra metrópoli. Los espacios naturales; los espacios urbanos como parques, plazas y paseos y los espacios culturales, junto con nuestras calles y barrios son los espacios mayormente identificados. La ría emerge con fuerza en el imaginario colectivo y junto a ella se identifican Zorrotzaurre, Artxanda, Pagasarri, Punta Galea, el Museo Guggenheim, Azkuna Zentroa y BEC.
Todos estos espacios han sido elegidos e identificados, por una serie de atributos que las personas encuestadas han valorado como esenciales y entre los que se encuentran ser lugares inclusivos y diversos, con identidad, accesibles, atractivos visualmente, seguros, que ofrecen estímulos, que tienen carácter innovador y que incorporan la naturaleza y los espacios verdes.
El estudio muestra un alto grado de satisfacción con la experiencia de vivir en nuestra metrópoli y en nuestros municipios. A 8 de cada 10 personas les gusta vivir donde lo hacen y, casi el 50% de las personas encuestadas le dan una valoración de 9/10.
Como se ha mencionado, este estudio no se limita, por tanto, a realizar una radiografía de los lugares positivos para nuestro bienestar emocional , sino que, gracias a la fase cualitativa en la que se han contrastado las conclusiones iniciales con representantes de los 30 municipios metropolitanos, se recogen una serie de recomendaciones para mejorar el impacto positivo del desarrollo urbano en nuestro bienestar emocional: la democratización del espacio público, infraestructuras flexibles o el urbanismo táctico, la aplicación del concepto de la ciudad de los 15 minutos, la colaboración público- privada-social en la vida de barrio y la revitalización de los centros urbanos. Estas son algunas de las propuestas derivadas de este estudio.
Su objetivo final es abogar por la incorporación de otras disciplinas y áreas del conocimiento en la construcción urbana, en este caso de la psicología. Esta perspectiva integradora ayudará a crear ciudades más humanas, equilibradas y que generen un impacto positivo en nuestro bienestar no solo físico, sino también mental y emocional.
Las ciudades tienen el reto de ser espacios de encuentro y convivencia que permitan salir del aislamiento, el individualismo y la soledad no deseada que aqueja a nuestra sociedad y perjudica la vida, la salud y las oportunidades de desarrollo de las personas.
Expertos y ciudadanía coinciden en que además de la dotación de recursos materiales, es necesario que las ciudades cuenten con infraestructuras que, además de mejorar la funcionalidad de la ciudad, permitan aumentar la habitabilidad desde un enfoque resiliente que potencie las relaciones humanas y las experiencias emocionalmente saludables.
Desde un urbanismo orientado a la armonía y el equilibrio social, saludable y seguro, nuestras ciudades deben ser lugares que integren y acojan, espacios para la seguridad y la confianza, para el respeto a la pluralidad y los Derechos Humanos; espacios que posibiliten el desarrollo de actividades que integran y no segmentan a los grupos de población, lugares pensados para provocar y facilitar el encuentro y la interacción intergeneracional.

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