“Diseño Industrial y Máquina-Herramienta”

Josu Unzaga, diseñador industrial en Seelen I.D. y miembro de EIDE Euskal Diseinua

Josu Unzaga, diseñador industrial en Seelen I.D. y miembro de EIDE Euskal Diseinua

Sorprenderá saber que en 1981 Ona Electroerosión solicitó nada menos que a G. Giugiaro su asesoramiento en el desarrollo de una máquina de electroerosión y que, en 1988, Luis Fernando Merino aportó también a Ona su saber en un nuevo desarrollo de producto.
44 años después resulta difícil comprender una toma de decisión de esa valentía y encontrar hoy ejemplos con la equivalente claridad de ideas de quien la tomó sobre los beneficios que un buen diseño industrial puede aportar a la máquina herramienta. 
De entre las muchas definiciones que se pueden dar sobre lo que es ‘Diseño Industrial’ me gusta utilizar una que encaja muy bien con el sector de máquina herramienta. El Diseño Industrial es un reloj que marca la hora en la que los productos fueron engendrados. Las formas, los materiales, las técnicas de fabricación, los colores son en muchos casos inherentes a una época determinada. Ante una amplia variedad de fotos de coches todos seríamos capaces de clasificarlos más o menos en el tiempo. A las máquinas les sucede igual. Por ello, productos de última generación no deben aparentar años para ser creíbles.
Ningún directivo que se ha adentrado en el uso del diseño industrial para aportar valor a sus productos tendría el valor de hacer retroceder las manillas del reloj al momento anterior al inicio de un correcto proceso de diseño industrial. Por desgracia, sí que es habitual el dejar de engrasar la maquinaria del diseño y cometer el error de pensar que ya es cuesta abajo. Cuando la realidad es que, casi siempre, la cuestas son hacia arriba y el trabajo realizado, si no se cuida día a día, se desmorona como castillo de arena. ¡En lo relativo al diseño Industrial, también se aplica el segundo principio de la termodinámica que nos dice que la entropía del universo siempre tiende aumentar!
¿Y qué es un buen diseño en máquina herramienta? Está lejos de ser una foto bonita. Un buen diseño nace desde la raíz, apoyado en la inmensa cantidad de requisitos que rodean a productos tan complejos. Se basa en conceptos sencillos, duraderos en el tiempo, adaptables a diferentes configuraciones, seguros, ergonómicos, fabricables, transportables y ajustados en costes y en gran medida en el cuidado de los pequeños detalles.
Un buen diseño ayuda a nuestros productos a ser percibidos en el sentido simplista de destacar entre un creciente número de competidores, a ser percibidos de forma más valiosa, más robusta, como poseedores de mayor calidad, más seguros y cercanos a las personas. Un buen diseño abre nuestras puertas a los demás, nos muestra cercanos, más humanos y sobre todo vende nuestra cultura de empresa, por la que nos hacemos dignos de merecer la confianza de nuestros clientes.

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