Con una contrastada trayectoria de apoyo a la I+D+i en todas sus etapas profesionales, Iñaki Aranburu asume la Presidencia de la alianza tecnológica IK4 con el reto de reforzar su liderazgo como una de las principales corporaciones tecnológicas privadas de Europa y de ejercer de agente clave para ayudar a las empresas vascas a salir bien posicionadas de la crisis.
¿Puede darnos algunas cifras de cuál ha sido la actividad de IK4 en el último año?
La Alianza IK4 registró en 2014 un volumen global de ingresos en I+D+i superior a los 102 millones de euros. Es importante subrayar que del total de los ingresos alrededor del 60% corresponden a proyectos de I+D+i bajo contrato con empresas privadas, mientras que el resto procede de proyectos de I+D+i aprobados en concurso público por las diferentes administraciones públicas.
Estos datos constituyen un ejemplo de la materialización de los objetivos fundacionales de la Alianza y los centros que la integran, en el sentido de, por un lado, responder con las mejores herramientas a la demanda empresarial, y erigirse en socios estratégicos de las empresas; y, por otro, de colaborar con las administraciones públicas, en el marco de los respectivos planes de impulso a la innovación tecnológica.
¿Les ha afectado la crisis económica y los recortes en el apoyo a la I+D+i por parte de las administraciones públicas?
Lógicamente, desde IK4 hemos asistido a los efectos de la crisis con preocupación. Nuestra cercanía al tejido industrial nos ha permitido comprobar, desde primera fila, las dificultades que han vivido las empresas vascas. En un contexto como ése, hemos tenido que convivir con las consecuencias derivadas de los ajustes presupuestarios que, como no podía ser de otro modo, también han afectado a las partidas destinadas a la I+D+i. Es importante resaltar que durante ese complicado período los centros de IK4 han conseguido mantener estable su cifra de ingresos, con una reducción mínima de apenas el 3% a lo largo de todo el ciclo.
Lo cierto es que hemos asistido a ese proceso con preocupación pero también con la certeza de que se trataba de un fenómeno coyuntural en el marco de una situación económica general muy difícil. Hemos estado siempre convencidos de que la Administración es plenamente consciente del valor que la I+D+i tiene para el conjunto de la sociedad y no va a poner en cuestión lo que es una apuesta estratégica desde hace 30 años. En este sentido, valoramos muy positivamente el compromiso y el esfuerzo que está realizando el Gobierno vasco de cara a apuntalar el Sistema Vasco de Ciencia, Tecnología e Innovación.

¿Qué posición tiene IK4 en la reordenación de la Red Vasca de Ciencia y Tecnología?
Desde IK4 hacemos una valoración positiva del nuevo Plan de Ciencia y Tecnología impulsado por el Gobierno vasco. Compartimos la reflexión de que es necesario adaptarse a los cambios y también en el sistema vasco de I+D+i debe haber una evolución y adaptación al nuevo tiempo. Y esto pasaba, sin duda, por realizar algunos ajustes en la forma en que hasta ahora se estructuraba la propia red, en términos de financiación pública y en términos de exigencia de resultados, de transferencia de conocimiento al tejido productivo, y de captación de recursos en el marco del Horizon 2020.

¿Cuáles son los ámbitos estratégicos de desarrollo para IK4?
Nuestros planes coinciden plenamente con las directrices marcadas por el Gobierno vasco, cuya Estrategia de Especialización Inteligente (RIS3) establece como ejes prioritarios la energía, la fabricación avanzada y la convergencia bio-micro-nano en la salud. Esta apuesta por la especialización refrenda la apuesta estratégica realizada desde hace algunos años por nuestra Alianza, tendente a centrar nuestras investigaciones en cuatro áreas estratégicas, como la energía, el transporte y la movilidad, la salud y la fabricación avanzada.