"Coyuntura del sector en 2022 a nivel internacional"

Sarai Blanc, irectora del Foro Marítimo Vasco (FMV)

Sarai Blanc, directora del Foro Marítimo Vasco (FMV) Foto: FMV

Los pedidos de nuevos buques disminuyeron en 2022, con 1.384 buques de 83,4 millones de TPM frente a las 2.178 unidades y 137,5 millones de TPM de 2021. El descenso de pedidos se debió principalmente a los elevados precios de nuevos buques de carga, la saturación de los astilleros asiáticos tras el pico en la demanda de 2020 y 2021 y la incertidumbre en torno a los precios y las tendencias macroeconómicas que afectan negativamente a la confianza de los inversores. 
China y Corea del Sur continúan acaparando la mayor parte de los pedidos de buques con un 49% y un 38% respectivamente. Por su parte, Japón, tercer país con mayor peso a nivel mundial, sufrió un descenso del 50% en sus pedidos. 
La contratación internacional en 2022 se concentró en los metaneros (182 unidades de 31,1 m³ y en los portacontenedores (350 unidades de 2,6 millones de TEU) que constituyen el 36% y el 28% del tonelaje contratado respectivamente. 
Al contrario que la tendencia global, en 2022 los astilleros españoles han cerrado contratos para 36 nuevos buques, de un total de 71,946 TPM y 147,616 CGT, superando los 23 contratos de 2021. 
2022 ha sido un buen año también para la industria marítima vasca, que incrementa su facturación en comparación a 2021, pese a la incertidumbre generada por la guerra en Ucrania, la inflación y el aumento de los costes de producción y operación. Los datos de facturación de las empresas asociadas al Foro Marítimo Vasco muestran muy buenos resultados para el conjunto de la industria, con un crecimiento del 18 % en la facturación total respecto a 2021 superando los 3.300 millones de euros. Asimismo, el crecimiento se refleja en el aumento de la contratación en un número elevado de empresas, alcanzando los 13.700 empleos directos. 
A medida que se acelera la transición ecológica en el transporte marítimo, la contratación mundial de buques con capacidad para utilizar combustibles alternativos aumenta y en 2022 alcanzó la cifra récord de 545 unidades de 43,5 millones de GT, lo que supone un aumento del 42% interanual en términos de GT y representan el 61% del tonelaje encargado en todo el año. Aunque la propulsión dual (DF) a gas natural licuado (GNL) sigue siendo la opción más demandada el año pasado aumentó el interés por la propulsión metanol DF.
La industria naval vasca no se queda atrás en la apuesta por la descarbonización y eficiencia energética. Los buques entregados por los astilleros vascos en 2022 son un claro ejemplo de ello. El buque Edda Brint de Astilleros Balenciaga es uno de los primeros buques para el sector eólico marino con capacidad para trabajar sin generar emisiones gracias al hidrógeno; el Bahía de Levante, de Astilleros Murueta, es el primer buque-tanque híbrido destinado al transporte y suministro de combustible construido en Europa; o el buque Isafold de Astilleros Zamakona para la pesca pelágica, que incorpora una amplia gama de tecnología innovadora para aumentar la seguridad a bordo y mejorar la eficiencia energética reduciendo la huella medioambiental de sus operaciones. Por otra parte, la industria auxiliar, las ingenierías y los fabricantes de equipo, piezas clave en la capacidad de innovación del sector, consolidan su recuperación y su presencia en el mercado internacional en 2022 tras el parón provocado por la pandemia, gracias a su apuesta por el desarrollo de soluciones tecnológicas y diseño innovador. 
Además, durante 2022 las empresas del sector han realizado fuertes inversiones para ampliar y adaptar sus capacidades en el mercado de la eólica marina con grandes perspectivas de futuro, posicionando a Euskadi como polo tecnológico e industrial, especialmente en lo que respecta a las soluciones flotantes. 
En lo que respecta al sector pesquero y al mercante, han conseguido consolidar un buen año en 2022 pese a las dificultades derivadas del aumento de los precios del combustible, que impactan en los costes operativos poniendo en compromiso la rentabilidad de sus operaciones. 

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