La reciente reunión que mantuvieron representantes institucionales, con la consejera Arantxa Tapia al frente, y representantes del sector naval sirvió para constatar el cambio de tendencia en este ámbito industrial. El nuevo ‘tax lease’ ha servido para impulsar un sector que había realizado su reconversión y que estaba muy necesitado de impulso, porque había sido muy maltratado por algunas decisiones políticas proteccionistas de algunos países. El que se hayan despejado las dudas legales sobre las nuevas fórmulas de financiación, el que la banca se haya decidido a financiar operaciones en el sector, el que el coste de esa financiación sea mucho menor, el cambio euro-dólar o el redimensionamiento del propio sector y su posicionamiento en nuevos nichos de mercado mucho más innovadores han posibilitado que los astilleros vascos estén volviendo a conseguir contratos, con y sin ‘tax lease’. El clima está cambiando en el sector, aunque todavía se impone la prudencia porque el naval suele tener muchos ‘dientes de sierra’. El optimismo moderado es una expresión que se repite entre sus representantes, y que contrasta con el mazazo que supuso la resolución del pasado ‘tax lease’, a principios de 2013. Es un ejemplo, también, de cómo el sector ha sabido adaptarse a la nueva situación sin perder sus cualidades tradicionales de buen hacer, sus capacidades tecnológicas y reconocimiento internacional. Cualidades que le hacen seguir siendo competitivo y un puntal en el ámbito industrial vasco.