Culminamos el primer trimestre del ejercicio 2015 con buenas vibraciones, aunque hay algunos ‘peros’ que pueden limitar la recuperación. Las últimas previsiones oficiales del Gobierno vasco apuntan a un crecimiento del PIB para este año del 2,3% (antes era del 1,7%) y un descenso de la tasa de paro hasta el 13,7%. Cifras que llevan a sus responsables a considerar que el cambio de ciclo es inequívoco. Además, las empresas guipuzcoanas prevén que las exportaciones crezcan un 10%; las compañías instaladas en los Parques Tecnológicos consiguieron mejorar su facturación y empleo el pasado año de forma importante; el nivel de inversiones que está planificando el sector empresarial e industrial va en aumento; así como el número de expositores que han confirmado su presencia en las próximas grandes ferias a celebrar en el BEC. Todos ellos son indicios que reflejan que la recuperación se va asentando en la economía. Sin embargo, hay algunos signos que nos hacen ser cautelosos. Datos como la facturación de la industria durante el primer mes de 2015, que en Euskadi ha caído un 9%, y los pedidos un 1,6%; o la situación del sector de la construcción, que no consigue despegar. Todo ello nos obliga a la cautela y a tener en cuenta como factor determinante las debilidades de esta senda de recuperación. El objetivo en este momento debería ser consolidar el camino iniciado para evitar recaídas. Es decir, apuntalar lo ya logrado y conseguir que los niveles de crecimiento se mantengan cercanos al 2% para recuperar empleo.