La investigación y la innovación son el corazón del desarrollo económico y social de cualquier región. En el caso de Euskadi, la creación de la alianza BRTA (Basque Research and Technology Alliance) hace cinco años ha sido una apuesta firme por que los centros miembros de la misma contribuyan mejor a convertir la industria vasca en un referente global en competitividad y tecnología. Los resultados hasta el momento son notables, con una red de 17 centros tecnológicos y de investigación cooperativa que han logrado coordinar esfuerzos para avanzar en la generación y transferencia de conocimiento y reforzar la competitividad de las empresas.

BRTA ha demostrado ser mucho más que un grupo de centros de investigación; se ha consolidado como un agente de cambio que conecta el conocimiento científico con la práctica industrial. En 2023, el conjunto de centros de la alianza ingresó 367 millones de euros, de los cuales 154 millones provinieron del sector privado, una cifra que refleja la confianza de las empresas en la investigación y tecnología que los centros de BRTA generan. Además, los centros de BRTA no solo se apoyan en recursos públicos locales, sino que también han obtenido una financiación de 72 millones de programas europeos, demostrando su capacidad para atraer financiación externa y situarse en el radar internacional de la I+D. Su impacto no se limita al entorno local: con 263 clientes internacionales, los centros BRTA han apostado firmemente por la internacionalización, consolidando su presencia en mercados globales, colaborando con empresas y agentes punteros en I+D y capacitándose para dar un mejor servicio a la empresa vasca.

Sin embargo, el éxito actual de BRTA no es razón para obviar los retos futuros que se avecinan. Euskadi se enfrenta al desafío de mantener y potenciar su competitividad ante los retos que comportan la transformación digital y energética, entre otros. Como ha destacado Mikel Jauregi, consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno Vasco, Euskadi tiene capacidad para ser punta de lanza del cambio industrial que se está produciendo en Europa, ante una situación económica de incertidumbre a nivel mundial. Por ello, queremos dar un salto cualitativo para que las empresas de Euskadi tomen ventaja de la transformación energética y digital como palanca de competitividad y crecimiento.

En este contexto, la creación de startups de alto impacto emerge como otro pilar clave para el futuro de Euskadi. La iniciativa Basque Tek Ventures incide positivamente en los principales factores que afectan al proceso de creación y crecimiento de nuevos startups de base tecnológica, facilitando un itinerario para que estos proyectos puedan consolidarse y generar impacto y transformación del tejido productivo con la creación de empleo y facturación, la internacionalización y la atracción de inversión. Dicho itinerario identifica los activos tecnológicos generados por los centros adheridos a BRTA y prioriza los de mayor potencial, apoya la configuración de equipos humanos que traccionan la nueva empresa y acompaña la puesta en marcha de la compañía y su acceso al mercado.

Este es un eslabón más de un largo camino hacia una mayor competitividad e innovación en Euskadi. La capacidad de los centros de BRTA para adaptarse a las nuevas realidades, coordinar y generar confianza será clave para que la industria vasca siga siendo un referente a nivel global en los próximos años. La apuesta por la innovación, la internacionalización y la creación de startups consolida a Euskadi como un territorio en el que la tecnología y el desarrollo son los pilares para una industria mejor y un futuro próspero.