La iniciativa europea de investigación a gran escala Battery 2030+ tiene el objetivo de desarrollar las baterías sostenibles del futuro, proporcionando a la industria europea tecnologías disruptivas y una ventaja competitiva en toda la cadena de valor de las baterías y permitiendo que Europa alcance los objetivos de una sociedad climáticamente neutra contemplada en el Pacto Verde Europeo.
Estas baterías necesitan almacenar más energía, tener una vida más larga y ser más seguras y respetuosas con el medio ambiente que las baterías actuales, para facilitar la transición a una sociedad más neutra desde el punto de vista climático.
Desde septiembre pasado, la iniciativa ha entrado en una nueva fase en la que aborda siete grandes proyectos durante tres años, para los que cuenta con una financiación de 40,5 millones de euros del programa Horizonte 2020. Uno de ellos, Sensibat, lo coordina Ikerlan y trabaja en la creación de sensores que midan la temperatura interna de las baterías, la presión, la conductividad y la impedancia.