Este comentario estaba destinado a un acontecimiento importante para la industria vasca y para Euskadi: la presentación de la nueva factoria de Mercedes-Benz en Vitoria-Gasteiz. Un proyecto tractor fundamental para la economía, la tecnología y la sociedad, que trasciende a su propia dimensión empresarial, porque Mercedes es una de esas empresas que están en nuestro imaginario colectivo. Una de las grandes, en todos los sentidos.
Pero una triste noticia se ha cruzado en el camino, el fallecimiento del lehendakari José Antonio Ardanza. Los medios han destacado diferentes aspectos de su persona y trayectoria, a nivel político y personal. Nosotros queremos destacar su figura y papel en el ámbito económico, porque es de justicia reconocerle que la Euskadi de hoy en día le debe mucho de lo que es. En sus mandatos tuvo que hacer frente a una durísima crisis, derivada de la reconversión industrial. En unos años con muchos menos recursos que los actuales y con una ETA golpeando duramente a los empresarios realizó un trabajo ímprobo en dos áreas al mismo tiempo: impulsó la recuperación económica y puso en marcha un sistema de protección social. Labor en la que le acompañó quien fuera su consejero, amigo y nuestro fundador, José Ignacio Arrieta.
Tenemos que destacar que el lehendakari Ardanza siempre estuvo cercano a nuestro periódico. Participó en la presentación del primer número de ESTRATEGIA EMPRESARIAL en 1993. Allí hizo toda una declaración de intenciones al destacar la necesidad de afrontar, entre todos, las dificultades de la época, al tiempo que les animó a los asistentes a asumir riesgos y a no dejarse amilanar por comentarios y noticias, muchas veces, alarmistas. Tras dejar la Lehendakari-tza, ocupó muchas veces nuestras páginas como máximo responsable de Euskaltel. Y la última vez que apareció en Estrategia fue en 2018, escribiendo un sentido y cariñoso obituario por la muerte de José Ignacio Arrieta. Agur eta ohore lehendakari. Goian bego!