La Universidad, una institución con un milenio de historia, está viendo modificado su papel, por nuevos competidores y modelos de negocio. Sin perder su esencia, la experiencia que se establece en sus clases y la formación integral, debe transformarse y adaptarse.Leía el otro día un informe sobre el futuro de la educación superior con un título más que sugerente: ‘Llega una avalancha’. La tesis que defiende es sencilla de entender: la Universidad, como institución, se enfrenta a un futuro incierto, y a un escenario de transformación similar al que han provocado en las últimas décadas la tecnología y la globalización en la música, los medios