La tecnología ha introducido en el sector financiero innovaciones tan disruptivas que prácticamente ha terminado por reinventar uno de los negocios más antiguos del mundo. Y no solo eso. Además, ha vuelto a colocar en un puesto preeminente a la persona usuaria, generadora de la materia prima que alimenta la maquinaria financiera -los datos- y destinataria final de todo aquello que dicha maquinaria es capaz de producir y vender.El mismo día en que Samsung y BBVA presentaban el servicio de reconocimiento biométrico por iris, que permite acceder a la app de banca móvil de la entidad a los clientes que dispongan de un smartphone compatible, la
En el actual tiempo bancario convive la altísima presión sobre las cuentas de resultados, que trae consigo limitaciones en la asignación de recursos, con una transformación del negocio disruptiva en muchos aspectos, por lo que la adecuada gestión de los múltiples prismas de este cambio se convierte en un factor clave. Así, la exigente dedicación de recursos (no solo tecnológicos) a la continua adaptación regulatoria compite con la transformación digital, la presión sobre los márgenes pugna con un cliente y mercado cada vez más exigentes, y la reducción de las redes de distribución convive con la necesaria transformación de su rol en estrate