Se acaba de presentar el balance del Plan de Ayudas a Pymes 2021. Un apoyo público que puso a disposición de las empresas más de 510 millones de euros, que han servido para movilizar unas inversiones de más de 2.000 millones. Cerca de 70 programas relacionados con la tecnología, la innovación, la digitalización, el emprendimiento, las inversiones, la transformación industrial, la internacionalización, la energía, la sostenibilidad o la agroalimentación. Unos planes que han tenido una amplia respuesta (8.000 proyectos) por parte de las empresas, demostrando el dinamismo de nuestro tejido económico, las ganas de superar la situación creada por la pandemia y el interés por aprovechar esta crisis para acelerar transformaciones ya en marcha, especialmente en lo que se refiere a la digitalización, a la industria inteligente y a la I+D. Una prueba de que las empresas, que necesitan de marcos de confianza, optimismo, estrategias claras y certidumbre para no posponer inversiones, están ya activando sus planes de desarrollo a velocidad de crucero. Más allá de las incertidumbres macro que se mantienen, de la ralentización del crecimiento o de las dificultades de suministros, el ecosistema empresarial vasco está comprometido con su papel de dinamizador social y despliega todas sus capacidades a nada que las condiciones lo faciliten. Esparamos que el Plan de Ayudas de 2022 ahonde en este sendero.