Una PAC en permanente reforma

Euskadi reclama una mayor regionalización de los programas de ayudas europeas

La Política Agraria Común, la PAC, es el instrumento de la Unión Europea para ordenar el sector agropecuario y garantizar un suministro estable de alimentos y un nivel de vida digno de los agricultores. Pero este es un sistema sujeto a continuas reformas y que no contempla la regionalización de muchos de sus programas, algo que critica el Gobierno vasco.

Mediante la Política Agrícola Común (PAC) la UE quiere garantizar que la agricultura siga siendo sostenible y competitiva. Para ello, destina fondos europeos que se orientan en tres líneas: ayudas a la renta de los agricultores, basadas en la orientación de mercado y vinculadas a la sostenibilidad medioambiental, la salud y el bienestar de los animales y la seguridad de los alimentos; medidas de mercado, para equilibrar el impacto sobre los mercados comunes agrícolas vulnerables de factores externos tales como condiciones meteorológicas adversas o una alta volatilidad de los precios; y programas de desarrollo rural. Estas medidas se financian con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Garantía (FEAGA) y al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).
Para el periodo 2014-2020, el presupuesto previsto de la PAC supera los 408.000 millones euros en fondos europeos, de los cuales unos 308.000 millones se destinan a pagos directos y medidas de mercado (el llamado primer pilar) y unos 100.000 millones, al desarrollo rural (el segundo pilar). Al Estado le corresponde un montante global de unos 45.000 millones de euros para todo este periodo. En este contexto, el Gobierno vasco siempre ha defendido una mayor presencia de las regiones en la definición de la PAC. Así, la consejera Arantxa Tapia ha cuestionado el nuevo modelo de PAC que plantea el Gobierno español para su reforma, ya que “no aborda ninguna cuestión de fondo, elude los problemas de la actual PAC y aboga por mantener el ‘statu quo’ actual”.
Frente a este modelo, el Gobierno vasco apuesta por una PAC “con una subsidiariedad mayor” y más flexible para que se adapte a las características de cada territorio, un esquema “más duradero y no sujeto a reformas permanentes”, que facilite el relevo generacional, y que dé prioridad a las explotaciones familiares. La consejera Tapia también resaltó la importancia de que los apoyos de la PAC se destinen únicamente a productores que verdaderamente ejercen la actividad agraria y no a exploraciones inactivas. Mientras tanto, las ayudas directas de la PAC en Euskadi para este ejercicio superan los 48 millones de euros.
Reglamento Ómnibus Recientemente, en la revisión de todo el marco financiero plurianual para el periodo 2014-2020, el llamado Reglamento Ómnibus, el Consejo de Ministros de la Unión Europea y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo en algunas materias agroganaderas.

{ Dos pilares
Las ayudas se distribuyen entre pagos directos y medidas de

mercado (primer pilar, 308.000 millones) y el desarrollo

rural (segundo pilar, 100.000 millones).

El acuerdo agrícola recoge, por ejemplo, el aumento de las ayudas a los jóvenes agricultores (las subvenciones adicionales podrán ser hasta un máximo del 50% superiores a la ayuda básica, frente al 25% actual, y desaparecerán los límites mínimo y máximo de hectáreas por explotación), además, facilita la aplicación de las exigencias ecológicas introducidas tras la última reforma agraria.
Se mejora la capacidad de actuación de las organizaciones de productores, al extender a todos los sectores agrícolas la posibilidad de gestionar conjuntamente su producción y proceder a negociaciones colectivas con los otros operadores de la cadena alimentaria, posibilidad hasta ahora reservada solo a la leche, el aceite de oliva, el vacuno y los cereales.
A petición del Parlamento Europeo se ha logrado, igualmente, flexibilizar las exigencias medioambientales introducidas en la última reforma de la PAC para acceder a los pagos directos, con el fin de facilitar su aplicación por parte de los agricultores.

Más de 5.300 ganaderos y agricultores se beneficiarán este año de anticipos por valor de 16,7 millones

Un total de 4.966 ganaderos y agricultores vascos se beneficiarán de los 15 millones de euros en ayudas directas, contempladas en la PAC, que el Gobierno vasco gestiona junto con las diputaciones forales y que se abonarán antes del día 2 de noviembre de forma anticipada, tal como se comprometió a hacer la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia. Además 347 ganaderos recibirán 1,7 millones correspondientes a la ayuda excepcional para productores de leche de vaca, que se hará efectiva antes del 6 de noviembre. En concreto, las ayudas son las correspondientes al Pago Básico, al agricultor activo –más de 9,4 millones para 3.380 beneficiarios–, las destinadas a las prácticas beneficiosas para el clima y el medio ambiente (Greenning) –4,8 millones para 3.351 beneficiarios– y las del Régimen Simplificado para Pequeñas Explotaciones (RSPA), con 833.000 euros para 1.586 beneficiarios. Hay que tener en cuenta que la totalidad de los beneficiarios de Greenning percibirán también la ayuda correspondiente al Pago Básico. En cuanto a las ayudas excepcionales para los productores de leche, los 1,7 millones se repartirán entre 347 beneficiarios, de los que 335 corresponden a Vacuno Lácteo de Zona de Montaña y 12 a Vacuno Lácteo normal. Las diputaciones forales son las encargadas de la distribución de estas ayudas en cada uno de los territorios históricos. De los beneficiados este año, 2.267 agricultores o ganaderos tienen sus explotaciones en Gipuzkoa, 1.481 en Bizkaia y 1.218 en Álava. Las ayudas de la PAC se financian en su totalidad con cargo al fondo comunitario FEAGA (Fondo Europeo Agrícola de Garantía).

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