La reciente publicación del Regional Innovation Scoreboard 2021 ha vuelto a situar a Euskadi entre las regiones innovadoras ‘fuertes’ de Europa. El análisis destaca los avances realizados, eleva al País Vasco desde la calificación de región ‘moderada’ en que le situó el informe de hace dos años y, además, le considera un ‘polo de innovación’ por ser una región de alta innovación dentro de un país de innovación moderada o media. Este reconocimiento europeo supone un espaldarazo a la apuesta continuada que los diferentes responsables institucionales, económicos, tecnológicos y sociales vascos llevan haciendo desde hace más de 35 años. Un trabajo sin pausa que ha logrado que, por primera vez, el rendimiento innovador de Euskadi sea superior al de la media europea. Y esto quiere decir que aquella mala noticia que recibimos hace dos años, cuando este índice europeo nos situó en la categoría de región de innovación moderada, sirvió de acicate para reforzar el ecosistema de I+D+i y buscar nuevas herramientas de innovación. El informe destaca como fortalezas vascas la venta de nuevos productos innovadores, el empleo en sectores de conocimiento intensivo y la alta cualificación de la juventud. Y entre los retos señala el porcentaje de pymes innovadoras. Es un nuevo paso, pero no es suficiente. Este es un maratón que no tiene fin y en el que, además, no es posible desfallecer.