La cadena de valor agroalimentaria comienza a visualizarse como un todo. Puede parecer una perogrullada pero hasta no hace mucho tiempo productores del sector primario, empresas transformadoras, comercializadoras, cocineros, etc. se contemplaban como entes autónomos y no totalmente interrelacionados. ¿Por qué si la agricultura y la pesca ayudan a mantener el medio natural, la alimentación es algo básico para las personas y la gastronomía, una de nuestras señas de identidad, no trabajaban de forma conjunta? Algo de esto viene a paliar la nueva Estrategia de Gastronomía y Alimentación diseñada por el Gobierno vasco con todos los agentes implicados. Potenciar los productos locales, profundizar en la internacionalización, incrementar la competitividad y la innovación en todos los niveles y mejorar la capacitación de los trabajadores agroalimentarios son algunos de los objetivos de este plan, que prevé movilizar 2.457 millones de euros y elevar el peso de estas actividades en el PIB?vasco desde el 10,6% actual al 12% en 2020. Un trabajo desarrollado con todos los implicados que busca avanzar en las 4 ‘S’ de la alimentación y gastronomía vasca: Segura, Saludable Singular y Sostenible (social, cultura, económica y medioambientalmente). Con las personas -consumidoras de los alimentos- situadas en el centro de toda la cadena de valor y siempre teniendo en cuenta las interrelaciones con otros sectores económicos, culturales y sociales. Un reto importante.