La última reunión del Observatorio de Coyuntura Industrial, que agrupa a los clústeres de Euskadi, ha puesto una nota de optimismo en este panorama gris en el que nos encontramos. La mayoría de las asociaciones sectoriales esperan mejorar aspectos como facturación, empleo, cartera de pedidos, exportaciones e inversiones en I+D. Y coinciden en señalar, como era de esperar, que el ritmo de vacunación influye de manera directa en sus expectativas. Es decir, las vacunas suponen, además de un recurso sanitario clave para aplanar definitivamente la curva de contagios, un impulso claro para el renacimiento económico, ya que llevan aparejado el retorno de la movilidad, la apertura de los mercados y, como consecuencia, el incremento de las cifras de negocio y de empleo. Por ello, junto al lema de la campaña de sensibilización del Departamento de Salud, ‘Vacúnate-protégeme’, que pretende trasladar la idea de que si te vacunas, estás protegiendo a los demás, y viceversa, podríamos proponer otro eslogan: ‘La vacuna funciona y protege de la incertidumbre’. En este momento, la clave es la vacunación masiva para que, como a lo largo de esta crisis, aporte su beneficio en las dos caras de la misma moneda: la salud y la economía. Sin olvidarnos de los fondos europeos, solo una vacunación general podrá hacer que esta fotografía optimista de los clústeres se materialice en una recuperación a niveles anteriores a la pandemia.