La familia de productos Eusko Label deja atrás un 2025 “bueno desde el punto de vista de la rentabilidad de las explotaciones”, según explica Josu Garaialde, director de Promoción Sectorial de HAZI, pero que también deja materia para la reflexión. Los buenos precios alcanzados en carne, pescado o leche llenan el bolsillo a corto plazo, pero amenazan a medio con la pérdida de posicionamiento de un producto Eusko Label ubicado en la gama alta del mercado.
A excepción de los productos vegetales, donde la climatología influyó en que algunas cosechas no fueran buenas, el producto animal y la pesca respondieron bien. El sector productor de carne de vacuno y cerdo ha vivido un buen año y las campañas de pesca, sin llegar a agotar la cuota, han sido buenas, con precios dignos en las subastas y una campaña del bonito extensa, lo que provocó que se pudieran mantener los precios a lo largo de la misma. 

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2025 ha sido rentable por unos precios que, caso de mantenerse en el tiempo, podrían provocar una pérdida de cuota de mercado. 

El encarecimiento de precios que viene desde la pandemia, acrecentado con la invasión de Ucrania, provoca, sin embargo, esa controversia en la que la subida de precios mejora la rentabilidad de las explotaciones, pero, a su vez, “desde el punto de vista de la marca, puede provocar una pérdida de cuota de mercado si los precios se mantienen o suben”. 

Conscientes de que la amenaza es real, HAZI ya reflexiona sobre los pasos a dar en torno a una etiqueta Eusko Label que, sin contar las bebidas, factura unos 230 millones al año. “Los productores tendrán que aportar más valor añadido al producto para que el cliente siga estando dispuesto a pagar por él”, señala Garaialde. De momento no hay previsión de incrementar la lista de 18 productos con etiqueta Eusko Label, pero sí iniciar para algunos la solicitud de etiqueta de Indicación Geográfica Protegida.