La tradicional diferenciación entre las empresas mercantiles y las sociales, que considera que unas persiguen el beneficio exclusivamente económico y otras un fin exclusivamente social hoy en día se considera superada. De hecho, la creciente presión ciudadana e institucional por que las empresas generen valor, no exclusivamente económico, ha impulsado a unas y otras a la elaboración de nuevos instrumentos de reporte. El llamado informe no financiero, una cuestión que tradicionalmente había sido voluntaria para las empresas, a lo largo de los últimos años se ha ido convirtiendo en una obligación para muchas, de forma progresiva, con la normativa actual. Una normativa que continúa en esta línea y que pretende ser cada vez más exigente. Prueba de ello es la nueva Directiva de información no financiera, ahora llamada de sostenibilidad, aprobada este mismo mes de noviembre. En paralelo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible formulados en 2015 supusieron un hito con el cual se incrementa la necesidad de garantizar la generación de valor económico y social.
En este contexto, las empresas sociales, que siempre nos hemos caracterizado por trasladar a la sociedad el valor que generamos más allá del resultado económico, corremos el riesgo de quedarnos atrás.  Hoy en día, cuando pensamos en presentación de información no financiera, tendemos a pensar en los informes que presentan las grandes empresas mercantiles, cuando son las empresas sociales quienes deberíamos asumir este liderazgo y ejemplificar que es posible generar una riqueza económica en nuestro entorno manteniendo el objetivo primordial de maximizar el valor social. Y, es más, que la verdadera innovación social pasa por una transformación en todas las empresas, ya que hoy en día no se concibe la sostenibilidad de los proyectos sin la generación de valor para los distintos grupos de interés.  
El reto para las empresas sociales como Lantegi Batuak, hoy en día, es recuperar nuestra posición de liderazgo en torno al reporte no financiero. Ahora, después de 13 años midiendo nuestro Valor Social Integrado, aplicando la Contabilidad Social en nuestra gestión, queremos dar un paso más. A pesar de no tener todavía obligación legal de presentarlo, estamos trabajando en un modelo de informe no financiero, que integre dicha Contabilidad Social.
Que las empresas reflejemos el valor social que generamos, la riqueza que, de forma indirecta va a impactar en nuestro entorno, es lo que va a garantizar que seamos parte indispensable del entramado social y económico.