El Día de la Empresa de Adegi fue el marco para realizar un acto de memoria y reconocimiento a los empresarios guipuzcoanos víctimas de ETA. Un acto que coincide con el 40 aniversario de la asociación patronal y que continúa con los ya realizados tras los asesinatos de Joxe Mari Korta y de Inaxio Uria. Un homenaje más que merecido para las personas que, a pesar del asesinato, los secuestros y la extorsión, siguieron levantando la persiana. Un acto sencillo, alejado de connotaciones políticas, necesario, muy emotivo, que rompía silencios, liberador... Y que dejaba en el ambiente la gran pregunta que siempre nos interpelará a cada uno: ¿hicimos lo suficiente? En este sentido, el acto de Adegi tuvo algo de catarsis colectiva, rodeado, además, de una gran emotividad. Una pequeña liberación para esos miles de dramas personales y familiares que se han vivido. La canción ‘Txoriak txori’, de Mikel Laboa, un auténtico himno al respeto, puso el broche de oro a este merecido reconocimiento. Algo similar ocurrió en la Asamblea de SEA Empresarios Alaveses, en la que un minuto de silencio y la pieza ‘El cant dels ocells’, de Pau Casals, interpretada al chelo, sirvieron para recordar la unión empresarial frente a las armas. Ahora nos enfrentamos a un futuro mucho más ilusionante, con la violencia como un mal sueño que dejamos atrás en octubre de 2011, pero sin olvidarnos de los que quedaron por el camino, como se pondrá de manifiesto en el homenaje que está preparando Confebask.