GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2023 “Queremos construir en Euskadi un polo de tecnologías cuánticas que sea referente en el sur de Europa”, Adolfo Morais, viceconsejero de Universidades e Investigación del Gobierno vasco

Adolfo Morais, viceconsejero de Universidades e Investigación del Gobierno vasco.

En octubre se cumplieron seis meses desde que echara andar el proyecto Basque Quantum que albergará en Donostia uno de los seis nodos de computación cuántica que IBM tiene en el mundo. Con 120 millones de inversión hasta 2028 y liderado por el DIPC (Donostia International Physics Center) el objetivo es crear un ecosistema de investigación, talento e innovación en tecnologías cuánticas que convierta a Euskadi en polo de atracción para los investigadores de todo el mundo y para el desarrollo de oportunidades de negocio. 

¿Qué es el proyecto Basque Quantum? ¿Con qué objetivo nace?
Es un proyecto en clave de País Vasco. Aúna, y no siempre es así, a todas las administraciones y a multitud de agentes públicos y privados. Es importante para entender la dimensión y el alcance del proyecto. Y busca construir en Euskadi un polo alrededor de las tecnologías cuánticas que sea el referente en el sur de Europa. Un polo de atracción de investigadores de máximo nivel y de desarrollo de oportunidades de negocio, de industria, alrededor de las tecnologías cuánticas. Es un ecosistema amplio que aborda los ejes de investigación, talento e innovación en este ámbito tan concreto. Que se conecta a nivel internacional y que busca esa referencialidad. 

¿Por qué Euskadi?
Se ancla en una trayectoria. El ámbito científico es una carrera de fondo, lleva tiempo trabajándose. La apuesta de Euskadi en el ámbito de la física cuántica es ya de 25 años y empieza a dar sus frutos. En 2000 se crea el DIPC y el Centro de Física de Materiales y aquí se han ido concentrando las líneas de investigación más potentes relacionadas con el ámbito de las tecnologías cuánticas. Al mismo tiempo que la universidad pública ha seguido investigando en este ámbito. Y casi 25 años después Euskadi se decanta por hacer un gran proyecto estratégico del Gobierno y las diputaciones, que tiene el objetivo fundamental de aunar todos los esfuerzos. Y hemos sido seleccionados por IBM para una gran colaboración en torno a la computación cuántica. 

En investigación, educación e innovación cumplimos todos los requisitos para estar en la red de nodos de computación cuántica de IBM”

¿Qué lugar ocupa Euskadi en el mundo en el ámbito de la ciencia y el conocimiento?
Si Euskadi no estuviera bien posicionada, IBM no le habría seleccionado para construir un centro de computación cuántica. Estar en la red de nodos de computación cuántica de IBM, que sólo existen seis en el mundo, dice mucho de lo que hay. Euskadi es seleccionada por su trayectoria, por su apuesta por la ciencia básica y de excelencia, unida a una puesta por la innovación que hace que sea interesante que IBM participe de este proyecto. La gran colaboración público-privada en Euskadi, la interacción entre el ámbito de la investigación y la empresa es otra de las claves de esa selección. Tanto en investigación, como en educación e innovación cumplimos con todos los requisitos para ser nodo. 
La cifra de inversión, 120 millones de aquí a 2028, es la mayor en una infraestructura científica por parte de las administraciones vascas. ¿Le añade más responsabilidad al proyecto?
Por supuesto, pero no tanto por la cantidad como por el reto de constituirnos en polo de referencia a nivel mundial en el sur de Europa. Los 120 millones abarcan muchas actuaciones. Es una operación que tiene en cuenta que en Euskadi existen diferentes ubicaciones en las que tenemos conocimiento (UPV/EHU, Quantum Center, DIPC, Centro de Físicas Materiales…), tenemos que mejorar las capacidades de computación tradicional porque van a ser tecnologías que van a convivir en el futuro, tenemos que posicionarnos con proyectos de investigación, movilizar empresas… Es el volumen de recursos más grande que jamás hemos movilizado pero también tenemos seis años para hacer estas inversiones y este posicionamiento. Tenemos una enorme responsabilidad pero estamos ante una apuesta de futuro, firme y que nos va a dar un elemento diferencial. 

En octubre se reunió el Comité Estratégico. ¿En qué punto está el proyecto?
El proyecto tiene cuatro ejes. En investigación hemos hecho una propuesta en la que equipos de investigación de Euskadi y de IBM colaboran en proyectos comunes. Hemos puesto en marcha seis proyectos alrededor de dos áreas (mitigación del error y despliegue) y por ahora, hemos constatado que en Euskadi hay nivel para colaborar con IBM a nivel mundial. En el eje de educación, más de 80 personas han participado en cursos con el objetivo de ampliar el número de personas con conocimiento para la utilización de estos computadores en su investigación. En el ámbito de la formación hemos hecho otros cursos no necesariamente para investigadores. En cuanto al eje de la infraestructura hemos dotado a 50 usuarios (en 15 centros de investigación, tecnológicos y universidades) de la capacidad para acceder a los ordenadores cuánticos de IBM de forma remota para que cuando llegue el ordenador de IBM ya estén familiarizados. Y luego tenemos el eje de innovación. Hemos identificado líderes que puedan traccionar al resto de empresas. El objetivo para los próximos seis meses es identificar esas empresas, en unas áreas que están definidas (automoción, aeroespacial, servicios financieros), que pueden ofrecer casos de ventaja en el uso de computación cuántica. Estamos inmersos en aportar ventaja a nuestras empresas por el hecho de ser un nodo de computación cuántica porque esta tecnología no se encuentra en cualquier parte del mundo. Y también queremos hacer hincapié en que podría tener utilidad en el ámbito público, en la administración, por ejemplo en el manejo de datos. 

El de Donostia será el sexto ordenador cuántico de IBM en el mundo tras los de EE.UU., Alemania, Japón, Canadá y Corea del Sur. ¿Se diferencian en algo?
No se han fabricado todos a la vez, por lo que cada uno tiene una infraestructura diferente, van a ir mejorando según avance el tiempo como siempre pasa con los computadores. Nosotros vamos a ser previsiblemente el último nodo en incorporarse a este red y, por tanto, con una de las máquinas físicas más avanzadas que no esté en IBM. Algunas cuestiones técnicas que afectan a esta tecnología, como la mitigación de los errores, van a mejorar sustancialmente en los próximos años y Euskadi tendrá una máquina que será muy avanzada en ese momento. 

El objetivo es que en el primer semestre de 2025 el edificio estÉ finalizado y en el segundo se incorpore el ordenador”

¿Qué más diferencia a Basque Quantum?
La aproximación que se hace en Euskadi, desde las administraciones públicas, es única en los seis nodos. En Corea lo impulsa una universidad; en Alemania, la red de centros tecnológicos, la Fraunhofer… IBM nos traslada que nuestro proyecto tiene todos los ejes: investigación fundamental, educación, la propia infraestructura y la parte de innovación. La implicación de las administraciones y que aborde los cuatro ejes es diferencial respecto a los otros nodos. 
¿Qué beneficios aportará el proyecto al país o a nuestra economía?
A priori es muy difícil de medir. El impacto inicial ya tiene un gran valor, te posiciona a nivel mundial como un centro de referencia en tecnologías cuánticas, en computación cuántica. Hay estudios que hablan de que la progresión de la inversión en tecnologías cuánticas es exponencial, se invierten miles de millones de dólares en esta tecnología. Yo haría la pregunta al revés: ¿Cuál sería la pérdida si no estuviéramos ahí? Sería enorme porque hay un gran movimiento mundial a favor de incorporar estas tecnologías en la cadena de producción, en las empresas. Estamos posicionados de forma privilegiada, ante lo que esto va a redundar en atracción de talento, en generación de iniciativas… va a ser enorme. 

Luego está la fase más tangible. Se está construyendo el edificio Ikerbasque que albergará el ordenador, que también está en construcción. ¿De qué plazos hablamos?
El año clave va a ser 2025. El objetivo conservador es que en el primer semestre el edificio esté finalizado y que en el segundo, se incorpore el ordenador cuántico. Trabajamos para que los plazos se adelanten. Y 2024 va a ser clave en la activación de la parte de innovación, de la unión entre la ciencia de nuestros investigadores con la parte empresarial.

LA MOCHILA

1. La ciencia de vanguardia y de excelencia, claramente. 

2. El elemento de colaboración entre distintos perfiles.

3. Y las apuestas. Para innovar hay que correr riesgos, hay que apostar.

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