"Presupuestos y deuda como herramientas de activación"

El Parlamento vasco acaba de aprobar los presupuestos para este ejercicio. Unas cuentas públicas que buscan ejercer una acción anticíclica, reforzando las inversiones, para desplegar un efecto tractor en la economía, y activando un programa específico para hacer frente a los efectos de la pandemia. Unos presupuestos que incrementan las inversiones públicas un 6,4% para llevar adelante las políticas públicas necesarias, sin escatimar en la recuperación económica y el bienestar social, gracias al incremento del déficit y de la deuda. El acuerdo alcanzado el pasado año con la ministra Montero en la Comisión Mixta del Concierto Económico, que reconoce a las haciendas forales capacidad de endeudamiento propia, ofrece un amplio margen de maniobra. Hasta entonces, las diputaciones forales tenían que cumplir con los límites impuestos a cualquier ayuntamiento español. Ahora tienen asegurada una vía propia, como la tiene la Administración vasca, al margen de otras comunidades. Y eso supone que el déficit podrá llegar este año al 3% (2,2% del Ejecutivo y un 0,8% de las diputaciones). Estos porcentajes permitirán al Gobierno vasco disponer de recursos adicionales por 1.617 millones y las diputaciones forales tendrán 588. Y llevar el endeudamiento al 16,9%. Unas capacidades extraordinarias que servirán para poner en marcha herramientas para la activación socioeconómica.

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