El Gobierno vasco ha presentado su proyecto de presupuestos para el próximo año. Unas cuentas que se benefician del incremento de la recaudación fiscal, pero que no pueden dedicar en su integridad este aumento a inversiones reales por tener que atender las obligaciones derivadas de la deuda. Más allá de las grandes partidas que se dedican a sanidad, educación, vivienda y otras ayudas sociales, se mantienen los grandes objetivos de política económica e infraestructuras. Muchos cientos de millones de euros que quieren contribuir a la reactivación económica, mejorar las infraestructuras, consolidar la industria productiva, incrementar la transferencia de la I+D a la empresa, facilitar la financiación y poner especial atención a la internacionalización de nuestra economía. Líneas estratégicas que se plasman en programas concretos e iniciativas, muchas conocidas y otras novedosas, pero todas buscan consolidar la recuperación. Algo que constatan las estadísticas y los estudios, que mantienen la tendencia de suave crecimiento para este año 2014, incremento del 1% del PIB, y del 1,7% para 2015, con una importante aportación de la demanda interna que será quien lidere el crecimiento. Sin olvidar que la aportación de la demanda exterior será también positiva. Unos datos que apuntan a que todos los sectores productivos evolucionarán favorablemente. Por ello, es importante acertar con las prioridades, los programas y el destino de los recursos. Y si a su aprobación colaboran otras fuerzas políticas, mejor.