“Para la empresa, innovar es una necesidad, una cuestión de supervivencia, más en un contexto macroeconómico complejo”

Saray Zarate, diputada de Desarrollo Económico y Sostenibilidad de la Diputación Foral de Álava

Saray Zarate, diputada de Desarrollo Económico y Sostenibilidad de la Diputación Foral de Álava.

El compromiso de la Diputación Foral de Álava con la innovación empresarial, especialmente con la innovación tecnológica y la digitalización, hace tiempo que dejó de ser una opción. Y así lo reconoce a ESTRATEGIA EMPRESARIAL Saray Zarate, diputada de Desarrollo Económico y Sostenibilidad de la Diputación Foral de Álava. “Para cualquier empresa, independientemente del tamaño o el sector, innovar es una necesidad. Una cuestión de supervivencia. Y más teniendo en cuenta el complejo contexto macroeconómico global”, argumenta.  Una situación que puede generar barreras para acceder a determinados países, lo que podría atraer nuevos competidores de Asia o de Latinoamérica hacia mercados más estables, como el europeo.

¿Cómo afrontan desde la Diputación de Álava este reto?
En este campo de juego, es más necesario que nunca que nuestras empresas innoven en producto, en servicio, en mercados y en sus procesos productivos. Y, además, con el reto de hacerlo a una enorme velocidad. La inteligencia artificial es un claro ejemplo de cómo en apenas un lustro una tecnología puede pasar de ser incipiente a imprescindible. Y lo mismo ya está ocurriendo con otras cuestiones como la robótica o la ciberseguridad. Por ello, nuestro compromiso como institución es muy claro: ayudar a nuestras empresas, especialmente a las más pequeñas, a innovar y a digitalizarse. Entendiendo que cada una debe hacerlo a su ritmo, pero sin olvidar que no hacerlo supone quedarse fuera del mercado.  

Uno de los grandes problemas del momento, y que afecta mucho a los procesos de innovación, es la falta de talento. ¿Qué están haciendo para ayudar a las empresas en la atracción y desarrollo de talento?
La falta de talento es uno de los principales retos actuales de nuestras empresas; un reto, además, que no afecta únicamente a un perfil determinado, sino que abarca desde la mano de obra más básica hasta los perfiles más cualificados. Desde la Diputación Foral de Álava hemos impulsado la definición de una estrategia integral para la atracción y desarrollo del talento que nos ayude a identificar necesidades y líneas de trabajo en ámbitos como formación, soluciones habitacionales para talento foráneo, etc. Una de las claves es disponer en el territorio de formaciones punteras, tanto de formación profesional como universitaria, con un claro enfoque hacia la industria y los sectores estratégicos de nuestro territorio. Tenemos en Álava proyectos empresariales atractivos y de primer nivel, a veces desconocidos, y debemos seguir apostando por una mayor vinculación entre la propia industria y los centros de formación. Hace unos años lo comprobamos con el Máster de Automoción, en colaboración con EHU y ahora estamos impulsando nuevas formaciones punteras y pioneras como el Grado en Mantenimiento Aeromecánico de Aviones o el Máster de Inteligencia Artificial aplicado a la industria, que contribuirán a posicionar Araba como un territorio de talento.

Suelen mencionar habitualmente que la única forma de producir una innovación real es a través de la colaboración público-privada. ¿Me puede dar algún ejemplo de este tipo de proyectos en el territorio?
La colaboración público-privada es una de las señas de identidad de Álava. Llevamos años apostando por este modelo de cooperación entre el sector público y el sector privado, y está dando muy buenos resultados, no solo en el ámbito empresarial o industrial, sino prácticamente en todas las políticas forales. Tenemos en Álava muchos ejemplos, como el centro de fabricación avanzada en automoción - BAM o la asociación Robotekin, y queremos exportar este modelo a otros ámbitos y sectores como el ‘hub’ audiovisual, el polo de biociencias o el proyecto de Ecosistema de Innovación Rural. Para ello, insisto, es clave la colaboración con otros agentes del ecosistema de innovación como los clústeres, centros formativos, infraestructuras de innovación, centros tecnológicos, etc. 

Las grandes corporaciones tienen interiorizado el valor de la innovación para una mayor competitividad y rentabilidad. ¿Y las pymes?
Creo sinceramente que las pymes también tienen muy interiorizado el valor de la innovación. Los últimos informes de agentes como Innobasque muestran que cada vez es mayor el número de empresas de tamaño medio que desarrollan procesos de innovación y, de hecho, son quienes están traccionando el aumento de la inversión del territorio en procesos de innovación. En este sentido, muchas veces, relacionamos directamente la innovación con grandes desarrollos tecnológicos, y no necesariamente tiene que ser así. Innovar es un concepto más global, que implica hacer las cosas de una manera diferente. Por eso, muchas veces, incluso las propias pymes creen que no están innovando cuando, realmente, están haciéndolo y muy bien, además.

Es más necesario que nunca que nuestras empresas innoven en producto, en servicio, en mercados y en sus procesos productivos

¿Cómo está tomando parte la Diputación Foral de Álava para promover la innovación entre estas empresas de menor tamaño? ¿Qué apoyo y herramientas se están poniendo a su disposición?
Este es precisamente uno de los principales retos de nuestro departamento. Hemos hecho una profunda reflexión sobre los instrumentos de los que disponemos y hemos puesto en marcha nuevas herramientas. La línea de ayudas Álava Innova-Digitaliza, que cada año subvenciona con dos millones de euros proyectos de digitalización en nuestras pymes, suele ser la primera puerta de entrada de las empresas a nuestros circuitos de innovación. Pero, más allá de ello, tienen a su disposición una gran variedad de herramientas que cubren distintas necesidades; por ejemplo, hemos reformulado el programa Araba 4.0 hacia un proyecto de acción en el que, a través de retos, fomentemos la colaboración para desarrollar soluciones tecnológicas kilómetro 0, y también hemos reforzado nuestra presencia en fondos de inversión que ayuden al crecimiento de empresas innovadoras. Además, tenemos una herramienta muy potente que es la fiscalidad, y que a través de fórmulas como el 64 bis, son una forma de apoyar la innovación entre las empresas. También me gustaría destacar el programa Aiaraldea Digitala, una iniciativa en colaboración con GAIA, gracias a la cual estamos implementando ya 22 proyectos piloto de innovación tecnológica en pequeñas y medianas empresas industriales del valle de Ayala.

Álava se está consolidando como un territorio clave para nuevas actividades de alto valor añadido y donde la tecnología es un elemento clave. ¿Qué aporte tiene la innovación en este desarrollo? ¿Qué sectores considera que pueden ser cada vez más relevantes?
A menudo, cuando hablamos de la economía de Álava, los primeros conceptos que se vienen a la cabeza son la industria más tradicional, tubera, vidriera, siderúrgica, logística o automoción. Y, efectivamente, estos son los sectores que han sustentado nuestro crecimiento económico, pero la realidad es que a día de hoy somos mucho más que eso. Tenemos un ecosistema empresarial muy dinámico y diverso, donde cada vez hay mayor presencia de otros sectores como la industria aeroespacial, la energía, las biociencias o el mundo digital. Sectores con un alto valor añadido, donde la innovación es fundamental y que tienen un enorme potencial de crecimiento. Las Industrias Creativas y Culturales son otro ejemplo de un sector que ha ganado peso en nuestra economía, gracias fundamentalmente a los incentivos fiscales a la creación audiovisual. A futuro, nuestra apuesta es clara: seguir consolidando y aumentando la competitividad de nuestros sectores más tradicionales, mientras diversificamos hacia una mayor presencia de otros sectores de alto valor.
 
Han mencionado en más de una ocasión que van a realizar una apuesta decidida por el sector de las biociencias. ¿En qué consiste esta apuesta de la Diputación Foral de Álava?
Efectivamente, este sector supone una de nuestras apuestas de futuro más claras. Llevamos ya casi una década trabajando en proyectos vinculados a la industria farmacéutica y la salud, y ahora queremos dar un paso más. Hemos puesto ya en marcha el proyecto para generar un nodo vinculado a las biociencias en Álava. Un proyecto que apoye la producción industrial, la I+D+i o el empleo de la tecnología en diferentes campos de las biociencias, como el farmacéutico, los dispositivos médicos o la salud personalizada, entre otros. Además, pondremos en marcha un sistema de incentivos fiscales al sector, una herramienta que ayude a la atracción de empresas, proyectos y talento biocientífico y que posicione Álava como un verdadero polo de conocimiento e industria sectorial.

El sector de las biociencias supone una de nuestras apuestas de futuro más claras

 

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