La edición de este año de ESTRATEGIA Topagunea ha sido muy especial, tanto por la forma de su celebración, limitada por la pandemia, como por el contenido, que supuso una bocanada de aire fresco esperanzador. El objetivo del encuentro era aportar experiencias y reflexiones constructivas enfocadas a convertir la crisis actual en una oportunidad para afrontar las transformaciones necesarias de la nueva competitividad. Cinco representantes empresariales y uno institucional pusieron de relieve la importancia de la colaboración por la dimensión de la tarea a realizar. Todos fueron ambiciosos en sus propuestas porque no solo se trata de reconstruir. Hay que aprovechar para transformar. Y coincidieron en que nuestra historia, valores sociales, organización, capital humano, innovación, industria y la capacidad de liderazgo para tomar decisiones arriesgadas nos ayudarán a afrontar transiciones indispensables: la digital y la energética, que son claves en estos momentos. Además, este encuentro quiso reconocer la capacidad de resiliencia, de adaptación y de transformación que las empresas vascas han demostrado durante la crisis, algo no siempre reconocido socialmente. Había ganas de escuchar mensajes positivos y no es aventurado asegurar que quienes siguieron este foro salieron con una inyección de optimismo. La mejor vacuna para afrontar las dificultades.