El clima industrial en Euskadi es bueno. Así lo constatan las diferentes asociaciones sectoriales que componen el Observatorio de Coyuntura Industrial. En la última reunión de este foro se ha constatado un ambiente generalizado de optimismo para el próximo semestre. Las perspectivas positivas predominan en todos los parámetros. Y esto demuestra la capacidad de adaptación de las empresas vascas ante un contexto complicado, marcado por la alta inflación, las dificultades con los suministros, el incremento de tipos... Y, todo ello, en un entorno marcado por un alto nivel de incertidumbre. Lo que pusieron encima de la mesas los 16 clústeres industriales evidencia que, a pesar de todos las dificultades y obstáculos, el tejido empresarial ha sabido responder gracias a la diversificación, la I+D+i, la internacionalización y la responsabilidad. Unas cualidades que se van a ver reforzadas con una importante noticia que hemos conocido recientemente: BBK ha sido capaz de completar, antes del plazo previsto, el fondo de reserva para poder mantener el control de Kutxabank. Apostar por este modelo, más difícil y exigente, garantiza el arraigo del banco y, ahora, facilita a la fundación bancaria realizar una política más intensa de apoyo a las empresas vascas, tomando participaciones, sin dejar de dotar a la Obra Social, su principal objetivo.
