Las asociaciones de panaderías y de pastelerías artesanas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa han lanzado un SOS por la situación por la que atraviesa este sector en Euskadi, que padece problemas estructurales debido a un descenso en sus ventas, que ha provocado el cierre de algunos establecimientos. Durante la última década, la actividad de fabricación tradicional ha perdido un 18% de sus establecimientos y disminuido un 27% su facturación frente a la competencia de la panadería y pastelería industriales.
Por otro lado, el consumo de pan ha descendido un 12% en los últimos 10 años. Hace una década, como media se consumía cerca de 42 kg de pan per cápita al año, y hoy en día, dicho consumo se sitúa por debajo de los 37 kg por persona y año. También se observan cambios en los hábitos de consumo, donde destaca el citado aumento de consumo de pan y pastelería industrial. Además, actualmente, el 54% del pan se compra en la gran distribución. Ante esta situación, el sector ha puesto en marcha, con ayuda del Gobierno vasco, la campaña ‘Panadería y pastelería artesana hecha con el corazón’, entre cuyos objetivos está acercar a las personas consumidoras a estos establecimientos tradicionales.

El sector está compuesto por 900 empresas, que dan empleo a 5.600 personas en Euskadi

Son distintos los factores que han llevado a desestabilizar la situación de los obradores de panadería y pastelería tradicional de Euskadi en la última década. Por un lado, están los altos costes de producción, tanto de los suministros energéticos como de las materias primas. Además, muchas empresas se han encontrado con dificultades para continuar debido a la falta de relevo generacional. Pero principalmente, han sido los cambios de los hábitos de consumo de la sociedad los que han supuesto una importante reducción del negocio de las panaderías y pastelerías tradicionales. 
El sector panadero y pastelero de Euskadi está formado por 900 empresas con 2.300 establecimientos y 5.600 personas empleadas. El sector ofrece productos exclusivos y diferenciados y, como enfatizó el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz, “elaborados con mucho mimo”.