En septiembre de 2015 la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó, por unanimidad, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: un plan de acción en favor de las personas, el planeta, la prosperidad y la paz universal con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas, a abordar en un plazo de 15 años, de 2015 a 2030. En Euskadi, el Programa de Gobierno para la XI Legislatura, aprobado en febrero de 2017, marcaba el Desarrollo Humano Sostenible como uno de sus focos principales. Ahora, las instituciones vascas ponen en marcha la Agenda Euskadi Basque Country 2030, la aportación vasca a estos 17 ODS para poner fin a la pobreza en todas sus formas, reducir la desigualdad y luchar contra el cambio climático garantizando, al mismo tiempo, que nadie se quede atrás. Unos objetivos universales y, a la vez, unos objetivos de nuestro país. Una iniciativa que merece la pena y a la que, también, cada vez más empresas se están sumando. Así, las compañías comienzan a adaptar su estrategia a alguno de los ODS y contemplan estos objetivos en sus informes de sostenibilidad y en sus páginas web. Pero cambiar las presentaciones no es complicado. Lo difícil es cambiar dónde sitúan sus objetivos, dónde quieren competir, cómo lo quieren hacer, cuáles son los sistemas de gestión. Es decir, alinear toda la estrategia de la compañía a reducir sus impactos negativos y mejorar sus prácticas corporativas.