Ahora hace un año que Miguel Ángel Lujua cogió las riendas de IMQ, un reto personal y profesional para mantenerlo como el grupo asegurador sanitario privado líder en Euskadi, con 338.000 clientes, su elemento central. El reforzamiento del grupo, la modernización de las estructuras, la innovación, un nuevo sistema de gestión avanzada y posicionarse en el entorno digital, son sus principales líneas de trabajo.

En mayo cumple su primer aniversario como consejero director general de Grupo IMQ ¿cómo valora la experiencia?
Como intensa, motivadora y gratificante. Cuando me ofrecieron la posibilidad de incorporarme a IMQ la verdad es que, aun estando satisfecho con mi anterior ocupación en Mutualia, no lo pensé demasiado. Además de a una gran empresa, líder y referente en Euskadi como también lo era Mutualia, me unía a un gran proyecto en pleno proceso de expansión y mejora, al impulso de un nuevo Plan Estratégico con el que afrontar los muchos desafíos y oportunidades que se nos presentan como empresa. Todo un reto personal y profesional.
¿En qué se concretan esos retos y oportunidades?
Fundamentalmente pasan por la necesidad de reforzarnos como Grupo, por modernizar y diversificar nuestras estructuras, procesos y productos, por innovar competitivamente, implantar un nuevo sistema de gestión avanzada, posicionarnos en el entorno digital, trabajar el liderazgo y participación de las personas, aportar valor a los profesionales sanitarios que dan sustento a la compañía y un largo etcétera, siempre con el cliente como el elemento central de nuestra preocupación y objetivos.
IMQ ha recorrido ya un largo trayecto. Fue la primera aseguradora sanitaria de España y sigue siendo la compañía líder en Euskadi.
La solidaridad de un grupo de médicos que en 1934 renunció a sus honorarios facilitando unas tarifas reducidas para ofrecer asistencia sanitaria a familias con recursos limitados, fue el embrión de la actual IMQ y también modelo y ejemplo de lo que luego surgiría, por cuanto no solo fuimos la primera aseguradora privada de España, sino también precedente del sistema sanitario público. Hoy, con 82 años a las espaldas seguimos siendo líderes en Euskadi dando servicio a 338.000 clientes y más de 1.000 empresas. Tenemos la red asistencial más extensa y 2.400 profesionales sanitarios dándole soporte, además de invertir de forma continua en tecnología, equipamientos e instalaciones de vanguardia. A través de nuestra alianza con SegurCaixa Adeslas la cobertura se extiende también a toda España.

¿Mantienen el compromiso social presente en su espíritu fundacional?
Forma parte de lo que somos y de lo que queremos ser. Nuestra compañía está muy implicada no solo con la salud de nuestros asegurados y los hábitos de vida saludables de la población en general, sino que hace una importante aportación al crecimiento y desarrollo de la economía vasca y a la creación de empleo autóctono con más de 5.000 personas ocupadas. Colaboramos también con muy diversas iniciativas culturales, deportivas, sociales y de investigación y somos una compañía que sirve de indispensable complemento a la sanidad pública que, de otro modo, necesitaría incurrir en torno a 240 millones de euros anuales más de gasto para dar cobertura a la demanda atendida por IMQ.

¿La posibilidad de tener a los médicos como accionistas es la clave del éxito?
Sin duda, es una de ellas. Siempre hemos presumido de que, a diferencia de otras empresas del sector, nuestro accionariado está conformado por los médicos en la doble vertiente de propietarios y proveedores, algo que nos confiere carácter e identidad propia y que garantiza no solo una atención sanitaria de primer nivel, sino también una sensibilidad especial hacia las personas y sus necesidades asistenciales. Hemos apostado, de hecho, por un modelo de negocio centrado en la persona, en la calidad, la seguridad y la excelencia, que además de distinguirnos de otros, constituye también nuestro mayor aval y explica la permanencia (más de 21 años de media), grado de satisfacción y de identificación que respecto a IMQ sienten sus clientes. Para nosotros el cliente y la relación médico-paciente es lo primero.

Dentro de su estrategia de mejora IMQ ha venido haciendo una fuerte apuesta por expandirse con centros propios y modernizar instalaciones y tecnologías.
Vivimos, en una época de cambios. La globalización, la crisis, el avance tecnológico obligan a todas las compañías a potenciar sus ventajas diferenciales. Aun cuando el nuestro sea un mercado más local, no está exento de una creciente competencia e importantes retos de futuro. Somos conscientes de que debemos hacer las cosas cada día mejor, ser cada vez más eficientes y colmar las expectativas de nuestros clientes para que nos sigan prefiriendo, lo que implica invertir en innovación, en tecnología, en producto, en servicio y en nuevos centros e instalaciones, además de contar con las mejores coberturas y los mejores especialistas, como es nuestro caso.
¿Ha habido un antes y un después de Zorrotzaurre para IMQ?
Zorrotzaurre es nuestro buque insignia, un hospital referente no solo en asistencia sanitaria, sino también en calidad y excelencia, con numerosas distinciones y reconocimientos que así lo acreditan. Aporta a IMQ un valor diferencial, tecnología de última generación y un cuadro médico de primer nivel. No debemos olvidarnos, sin embargo, de nuestra otra joya de la corona, la Clínica Virgen Blanca, en la que durante los últimos años hemos invertido más de 5,5 millones de euros y que conforma junto con Zorrotzaurre una única unidad funcional con la dimensión que ello aporta.
Dentro de sus planes de expansión figura la puesta en marcha de nuevos ramos de negocio
Venimos impulsando nuestra presencia en servicios dentales con un centro propio en cada uno de los tres territorios históricos, el último abierto en febrero en Gipuzkoa, la Clínica Dental IMQ Zurriola, dotada con las últimas tecnologías y profesionales altamente cualificados. En los próximos meses abordaremos también el desarrollo de nuevos productos de decesos, hogar y vida que se irán sumando, junto a otros, a nuestra cartera. Por otra parte, queremos intensificar nuestra penetración en Gipuzkoa y Álava, dos territorios donde el seguro médico y la asistencia sanitaria de calidad y compromiso que ofrecemos tienen aún espacio por recorrer.