Mejoran las expectativas a medio plazo de las empresas de Bizkaia y Gipuzkoa
Cebek y Adegi presentan las encuestas de coyuntura de sus respectivos territorios
- Joserra Blasco
- 17-Febrero-2023
Carolina Pérez Toledo y Francisco Azpiazu. Foto: J. Blasco
Las últimas encuestas de coyuntura de Cebek y Adegi muestran un aumento de la confianza entre las empresas, aunque persisten las incertidumbres y las preocupaciones; entre ellas, el descenso de la rentabilidad, los elevados costes laborales y el absentismo laboral.
En términos generales, y aun no siendo bueno, 2022 no fue tan malo como se preveía para el tejido empresarial de Bizkaia y Gipuzkoa. Así se desprende de las encuestas de coyuntura de Cebek y Adegi, presentadas recientemente por su máximos dirigentes.
Según explicaron Carolina Pérez Toledo, presidenta de Cebek, y Francisco Azpiazu, secretario general de esta organización, el control de la inflación a través de una disminución de los precios de los combustibles y de la energía –lo que ha supuesto un incremento del poder adquisitivo de las familias y un impulso a la economía–; una cierta normalización de las cadenas de suministro en el mundo –a pesar de que aún sus precios siguen siendo altos–, y unos meno- res precios de las materias primas –lo que ha sido un alivio para las empresas–, son las principales circunstancias producidas en los últimos meses que han permitido evitar el fantasma de la recesión.
Por su parte, el presidente de Adegi, Eduardo Junkera; el director general de la asociación, José Miguel Ayerza, y el responsable de Competitividad e Innovación, Pa-txi Sasigain, destacaron que la actividad económica se ha mantenido elevada a lo largo de todo el año, “resistiendo a los embates de la guerra, los costes y la inflación”.
Aun no siendo bueno, 2022 no fue tan malo como se preveía para el tejido empresarial
Repunta la confianza
Con estos parámetros, y a pesar de la persistente incertidumbre, el empresariado de ambos territorios ve con mejores ojos el futuro a medio plazo. Repunta la confianza, aunque levemente y sin alcanzar los niveles del año pasado, y parece que se mantendrá en este tono en los próximos meses.
La mayoría de las empresas consultadas considera que la coyuntura es buena y que sus mercados están ahora en reactivación, y continuarán en esa situación en los próximos seis meses. Crece el número de pedidos y la facturación media está aumentando, aunque la rentabilidad se resiente ya que suben los costes energéticos, de aprovisionamiento y los laborales.
Y también se han mantenido o incrementado las inversiones respecto al año anterior. Las previsiones para 2023, no obstante, son algo más pesimistas en este punto. La mayor parte de las empresas, además, mantendrá su plantilla o la incrementará este año, y también son mayoría las que subirán los salarios.
Con este panorama, Adegi estima que Gipuzkoa crecerá en 2023, aunque lo hará débilmente y mucho menos que en 2022. Así, prevé para este territorio una subida del PIB de entre el 0,5% y el 2%, con una creación de empleo neto asalariado de entre 2.000 y 2.500 personas de media anual. Pero también se advierte de que la evo- lución de la inflación, los costes de la energía y las materias primas, los tipos de interés y las condiciones geopolíticas, son factores que influirán en esta previsión.
Cuestionadas ambas patronales respecto a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), tanto Cebek como Adegi consideran que, al tener en estos territorios salarios superiores, de media, el efecto es prácticamente residual. Y refiriéndose a la reforma fiscal que preparan las diputaciones vascas, Cebek expresa su satisfacción por ello, pero pide que haya un “equilibrio” entre las políticas sociales, que actualmente suponen un 75% del gasto público, y las medidas que permitan mantener y aumentar la actividad empresarial, e incrementar la competitividad.
Preocupaciones coyunturales y estructurales
Aunque ven el futuro desde una perspectiva más positiva, las empresas vizcaínas y guipuzcoanas no ocultan sus preocupaciones. Unas son coyunturales y otras, estructurales. Así, en Bizkaia, las principales inquietudes en estos momentos son el descenso de la rentabilidad de las ventas (aunque un 35% ya percibe una mejoría en sus márgenes), la debilidad del escenario económico y los elevados costes laborales e incrementos salariales. En un segundo bloque se encuentran la dificultad para contratar personas cualificadas, el encarecimiento de la energía y las materias primas. No difieren mucho las preocupaciones en Gipuzkoa, donde los principales factores son, por este orden, el abastecimiento y el precio de las materias primas y de la energía, los elevados costes laborales (que alcanzan niveles récord), la dificultad para contratar personal cualificado y el descenso de la rentabilidad de las ventas. Y, en ambos territorios, inquieta el repunte del absentismo laboral, que en Euskadi llega a una tasa del 9,8% mientras que en el conjunto del Estado la media es del 6,7%. Esto se traduce en una media de 21 días al año no trabajados. En Bizkaia, según la encuesta de Cebek, un 55% de las empresas mantuvo el año pasado las cifras de absentismo de 2021 pero un 34% las incrementó. Este problema, que se arrastra desde hace años en las empresas vascas, será objeto de un análisis especial por parte de la Mesa de Diálogo Social de Euskadi.