Si en el anterior artículo hablábamos de los buenos resultados de la recaudación fiscal, en esta ocasión reflexionamos sobre los datos de evolución económica, que confirman un crecimiento sólido y sostenido, aunque baja algo la velocidad. En el segundo trimestre la economía vasca creció un 2,9%, frente al 3,1% del primer trimestre. Algo que se visualiza en que pese a que todos los sectores de actividad registraron una positiva evolución, todos, salvo la contrucción y el sector primario, ralentizaron su ritmo de crecimiento. Una suave moderación que también tiene su origen en el saldo exterior y, por parte de la demanda, el consumo privado se sitúa en una posición más modesta. Unos datos que se confirman en el ‘Termómetro Económico’, un nuevo indicador sintético del Gobierno vasco que analiza mensualmente 110 variables y que muestra tres estados económicos: decrecimiento, crecimiento suave y crecimiento sólido (en el que actualmente nos encontramos). Además, se ha creado un monitor con 15 variables que mayor correlación tienen con el PIB, que se actualizan cada dos semanas. Este termómetro avanza que ha empezado una fase de muy suave desaceleración, que tendrá continuidad en los próximos trimestres, en línea con la predicción del cuadro macroeconómico del Gobierno vasco de hace unos meses, pero que no pone en riesgo un modelo sólido y equilibrado. Más calor que frío..