El sector de la automoción es uno de los ámbitos clave de la industria vasca. Junto a la máquina-herramienta constituye el tesoro industrial de Euskadi. Un sector que está en transformación y en ebullición, que intenta ganar un futuro que apunta a la electromovilidad, al aligeramiento y la eficiencia, a la compartición más que a la propiedad y a la conectividad, como los grandes vectores. En este escenario el sector en Euskadi, o mejor dicho, el ecosistema de la automoción, está buscando su hueco y mantenerse como referencia en Europa. Es interesante el mensaje que se manda al sector y a la sociedad con el reciente plan renove anunciado, porque supone avanzar hacia la electromovilidad, pero manteniendo los pies en el suelo. El objetivo es ese, el vehículo eléctrico, pero por desarrollo, tecnología e infraestructuras, aún resta mucho camino. Pero más interesante es establecer las condiciones para que las grandes empresas multinacionales establezcan en Euskadi sus centros de desarrollo e investigación, como ha ocurrido con Gestamp. Una decisión que llamará a otras empresas a interesarse por nuestro entorno y que, junto a otras actividades complementarias para el automóvil, nos hará poder diseñar el futuro del sector y no solo seguir la estela de los referentes. Ese es el verdadero plan renove: una estrategia que actualice nuestra industria.