Después de cinco años de trabajo y 70 millones de euros de inversión, los túneles de Urdinbide han entrado en servicio y los conductores podrán eludir el alto de Autzagane, en Amorebieta (Bizkaia). Según reconoció el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, la víspera de la entrada en servicio de esta nueva infraestructura, “ha sido una obra tremendamente compleja. Ha sido un reto técnico y medioambiental. Pero lo hemos conseguido. Hemos cumplido la palabra dada a Bizkaia. Bienvenida esta inversión y este esfuerzo si evita accidentes de tráfico y mejora la conexión y la calidad de vida de los vizcaínos y vizcaínas”.
Rementeria, junto al diputado de Desarrollo Económico y Territorial, Imanol Pradales, los alcaldes de Gernika, Muxika y Amorebieta-Etxano, y un grupo de alumnos de la escuela de ingenieros de la Universidad del País Vasco, realizó una visita a estos túneles, que mejoran la seguridad y facilitan las comunicaciones a miles de personas.

Por ellos circularán unos 16.000 vehículos diarios, mientras en la carretera que cruza el Alto de Autzagane la Diputación ejecutará un nuevo itinerario para bicicletas y peatones.
La puesta en servicio de los túneles de Urdinbide es la culminación de una actuación que hace de la BI-635 entre Amorebieta y Muxika una vía más segura y con mejor accesibilidad. En total son 3,4 kilómetros de tramo ejecutado desde la glorieta de conexión con la AP-8 y la N-634 hasta atravesar Autzagane bajo tierra.