Los drones, vehículos aéreos no tripulados (UAV), están adquiriendo cada día mayor protagonismo por su utilidad en labores de rescate, defensa, prevención de incendios, control de accesos, gestión agrícola, mantenimiento industrial, etc. Y también para aplicaciones comerciales prácticas debido a su capacidad para impulsar la eficiencia y el análisis de datos. Los fondos de inversión privados no son ajenos a esta realidad y han desembolsado en la última década grandes sumas en emprendimientos comerciales de drones que están dando forma a la industria.
El ecosistema aeroespacial vasco también cuenta con empresas especializadas en el diseño, fabricación y comercialización de este tipo de aparatos. La vizcaína Dronak Robotics es una de ellas. Creada en 2015 con el objetivo de prestar servicios relacionados con los drones, el año pasado recibió uno de un importante premio, el Global Business Insight Awards. Este reconocimiento es una prueba de que el trabajo en I+D+i del equipo de Dronak está trascendiendo las fronteras de Euskadi. Una de sus últimas innovaciones ha sido el desarrollo de un dron que vuela con hidrógeno.

Dronak está desarrollando
un UAV propulsado 
con hidrógeno

En el pasado reciente, Dronak ha trabajado en proyectos vinculados con el uso de drones para el recuento de personas en espacios abiertos, en el contexto de la pandemia. Utilizando ‘data collection’ o ‘visual data’, a través de cámaras de alta precisión, ha recolectado datos visuales para realizar modelos digitales de terrenos o ver niveles de acumulación de personas en determinadas playas, una herramienta de control de aforo muy importante durante la pandemia. Otro de los ámbitos que más está demandando el uso de drones es el de la agricultura de precisión.