Los consignatarios afrontan el cambio de escenario

Si bien desempeñan funciones diferentes en la cadena de transporte, transitarios y consignatarios realizan actividades complementarias, que van más allá de la mera relación de cliente y proveedor. Las dos figuras se desenvuelven en un sector muy dinámico, extremadamente competitivo y exigente.
Por ello, los cambios que se están dando en el ámbito marítimo –como la presencia cada vez más habitual de representación propia de las navieras en los puertos, el establecimiento de alianzas entre estas compañías y los bajísimos costes de los fletes– también plantean nuevos retos a los consignatarios, una de las profesiones más antiguas vinculadas al transporte marítimo y una figura clave ya que es el responsable legal de la compañía que representa en el puerto al que llega un buque.
El consignatario presta todos los servicios que requiere un buque, convirtiéndose en el gestor administrativo del barco que llega a puerto. No obstante, la profesión de consignatario es aún muy desconocida, y busca su reconocimiento oficial y jurídico, como el transitario. Un reconocimiento que proteja del intrusismo y que podría ganarse con la mejora de la formación de este colectivo.
Según algunos expertos, en este escenario cambiante, las consignatarias tiene que tender a reconvertirse en empresas de servicios que sean capaces de proporcionar a los barcos un servicio de atención completo, a la vez que ampliar los servicios y las atenciones a las navieras, y dejar de ser meros representantes legales. La clave está en mentalizarse de que hay que adaptarse a los tiempos.

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