Aún quedan en Euskadi zonas sin conectividad a redes de alta velocidad, lo que se conoce como ‘zonas blancas’, un hecho que las administraciones públicas, tanto diputaciones como Gobierno vasco, intentan paliar a través de planes de ayudas que incentivan a los operadores con el fin de conectar al 100% del territorio. Así, por ejemplo, el Ejecutivo anunció a finales del pasado año la inversión de tres millones de euros más en el programa que tiene por objeto extender la banda ancha a las zonas rurales y a las menos pobladas de Euskadi. El objetivo es conectar alrededor de 149 núcleos poblacionales a la red de fibra óptica de nueva generación, de la que se podrán beneficiar 4.710 viviendas y caseríos que hasta ahora carecían de conectividad. La mayoría de las zonas que se verán beneficiadas con esta actuación son de Araba (un total de 92), seguido de Bizkaia y Gipuzkoa. En el caso alavés, la Diputación foral ha hecho un gran esfuerzo en los últimos años para llevar la banda ancha al territorio, el que cuenta con más domicilios sin este servicio. Para ello, el Gobierno ha suscrito un acuerdo con Itelazpi para la gestión de esta convocatoria del programa de ayudas. La sociedad pública se encargará del análisis de los proyectos presentados por los operadores de telecomunicaciones que, en última instancia, se encargarán de llevar la fibra óptica a las zonas rurales.