Licitaciones a la baja

Las compañías vascas de ingeniería no consiguen recuperar los niveles de facturación del inicio de esta década por los recortes públicos

ExoMars, en la imagen de la ESA, es la segunda misión que sitúa la tecnología de la ingeniería Sener en Marte, después de su aportación al Curiosity, el rover de la NASA que transita por este planeta desde 2012.

Las empresas de ingeniería agrupadas en AVIC, al igual que las del conjunto del Estado, siguen con unas cifras de facturación inferiores a las que tenían en 2010. La generalización de subastas a la baja en las licitaciones públicas lastran las cuentas de resultados y los márgenes del sector.

Desde AVIC achacan este estancamiento a aspectos vinculados a la contratación pública que está afectando negativamente al sector como la competencia de empresas públicas, la adjudicación de licitaciones vía concesión o encomienda que afecta a la libre competencia y el uso generalizado de la subasta a la baja como criterio de adjudicación.
En este contexto, las compañías de ingeniería vascas están a la espera de la implantación en el Estado de la directiva europea 24/2014 sobre contratación pública para que su negocio pueda repuntar, en un escenario muy complejo y con una reducción significativa de las inversiones públicas por la crisis. Para los responsables de AVIC uno de los factores que también ha incidido en la reducción de la facturación ha sido la incertidumbre política y económica en países como Brasil y los principales productores de petróleo
A nivel estatal, las licitaciones promovidas por la Administración General del Estado en 2015 aumentaron en un 51% respecto al año anterior, lo que supone recuperar prácticamente los niveles de 2010. Pese a ello, otros factores, como la política de adjudicaciones de la Administración Pública, que prima casi de manera exclusiva los criterios económicos, en detrimento de los de calidad, siguen tenido un impacto negativo sobre los datos del sector.
Evolución estatal
A nivel estatal, el retrato del sector se define en las siguientes cifras. El número de empresas españolas de ingeniería ha descendido casi un 20% en 2015, y la empleabilidad del sector lo ha hecho en más de un 12%. En cuanto al volumen de negocio ha experimentado una caída de casi un 9%.

18.287 millones de euros facturaron el pasado año

las empresas de ingeniería estatales.

51% fue el crecimiento de las licitaciones de

Administración General del Estado en 2015.

En el último cuarto de siglo el sector de ingeniería ha alcanzado un gran prestigio a nivel internacional por su potencia técnica, por la calidad, y el desarrollo innovadores que han empleado en sus proyectos. Gracias a esta excelencia, muchas empresas han podido sobrevivir a la actual crisis internacionalizándose. La aprobación de la homologación del fue un hecho relevante del año 2015, clave para el desarrollo del proceso de internacionalización.
Pero la situación actual, “de falta de inversión y donde los criterios de calidad técnica tienen tan poca valoración, puede dar lugar a una pérdida de competitividad que entraña un grave riesgo para un sector cuya actividad está fuertemente orientada al exterior. No se puede permitir el lujo de perder de manera tan drástica todo lo logrado por el sector en los últimos 25 años”, explicaba Juan Ignacio Lema, presidente de Tecniberia..
Ante esta preocupante situación, con el ánimo de poner solución a estos problemas y el objetivo de recuperar el mercado interno para la ingeniería, desde Tecniberia se ha puesto en marcha una serie de actuaciones encaminadas a llamar la atención sobre la necesidad, para un país que aspira al liderazgo internacional, de contar con unas ingenierías de calidad. No en vano, es a través de este sector donde se canaliza la innovación, el desarrollo y la investigación de manera que ésta redunde en el bienestar de la ciudadanía y del crecimiento económico del país.

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